ANTE UNA EVENTUAL GUERRA NUCLEAR...
La llegada de Rubén Rimoldi a la cartera de Seguridad tiene una simbología y un mensaje: recomponer definitivamente las relaciones con los uniformados.
La inflación de julio, la suba de las tasas de interés y una economía argentina que no encuentra rumbo.
El ministro de Economía buscará bajar con fuerza el déficit fiscal en el último cuatrimestre del año, a través de recortes de subsidios a la energía.
El presidente dijo que quiere que los salarios le ganen a los aumentos de precios. Con sus declaraciones, lo que hizo, en realidad, fue generar falsas expectativas, como cuando prometió hace medio año “declararle la guerra a la inflación”.
En el Frente Renovador se entusiasman con la posibilidad de que el ministro de Economía se convierta "naturalmente" en el candidato presidencial del oficialismo el año que viene, mientras su esposa, Malena Galmarini, busca pisar fuerte en Tigre.
Hoy, lo leonino vuelve al tapete cuando no depende de ningún asegurado la seguridad pública en general ni en particular sobre personas y bienes, sino que son responsabilidad y garantías institucionales e intransferibles del Estado.
La inflación puede y debe combatirse, pero el primer paso es reconocer la causa.
Si el nuevo ministro de Economía hace lo que el mercado quiere, ¿por qué este no reaccionó con mayor entusiasmo? Persiste la pregunta clave que define la política argentina desde diciembre de 2019: ¿Cristina quiere?
El ministro de Economía debe convencer a Cristina Kirchner, y a sí mismo, de conformarse con una salida mediocre. Pero la amenaza de una condena judicial se suma a las ambiciones electorales de la vicepresidenta para empujarla a un nuevo “vamos por todo”.
De todos modos, los mercados esperan señales claras sobre gasto y emisión en la nueva etapa de un Gobierno desgastado y en crisis.
Una de las grandes peleas que deberán enfrentar las nuevas autoridades económicas será sin lugar a dudas el descontrolado nivel inflacionario.