La Casa del Niño Camino de Esperanza celebró ayer sus 25 años de actividad institucional "acompañando realidades vulnerables por una infancia feliz".
 "Porque estamos convencidos de que vale la pena, seguimos en el camino que inspiraron a los iniciadores de esta gran obra de amor. El rol de la Casita no se limita a asegurarles a los niños una buena alimentación sino que abarca también el acompañamiento y la formación escolar y social", explicaron desde la entidad. 
La Casita tiene como "objetivos lograr la promoción humana brindando oportunidades, resaltando la dignidad y los valores que les permiten a los niños forjarse un futuro".
"Nuestra Casita se transformó en una gran casa en la que se suman muchas voluntades en la que cada uno realiza un valioso aporte. Todos somos necesarios y estamos invitados a ser parte. En nuestra Casita tenemos la oportunidad de experimentar el amor en obras, es un lugar donde siempre se recibe mucho más de lo que se da", destacan. 
Finalmente, en este 25° aniversario, la gran familia de la Casita del Niño agradeció "a toda la sociedad que acompaña esta obra solidaria que es fruto de la suma de voluntades particulares que de manera desinteresada siempre están atentas y presentes".