Corona virus... alea jacta est

Información General 31 de octubre de 2020 Por Antonio Fassi
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En alguna oportunidad, hemos citado esta conocida frase latina, que en nuestra lengua española significa "la suerte está echada", y que hoy, en el comentario que desarrollaremos, nos parece de actual presente contemporáneo, toda vez que el planeta entero se encuentra sumergido en una total pandemia colectiva cuyo principio nos es conocido, pero que ni remotamente percibimos el final. De allí que nos parece usar esta expresión para definir a posteriori el desarrollo de la idea.
Desde muchas décadas atrás, estudiosos del Planeta, libres ellos de todo concepto político, económico y acomodativo de sugerencias, nos plantean a través de todos los medios de comunicación existentes, el brutal, equivocado y destructivo uso, y abuso con que  tratamos a este viviente y palpitante Universo, cuyas leyes aparentamos desconocer por completo Pero si conocemos las reglas de juego para comportamos debidamente y como respetar la salud de nuestro anfitrión, que, como huéspedes que somos, debemos tratarlo y pagarle nuestra estadía con medidas limpias y provechosas para ambos.
Quizás... quizás esta Pandemia, no sea la primera señal alternativa con que nuestro celeste astro nos envía, a fin que recapacitemos y tomemos el rumbo debido, que todos conocemos pero que muy pocos ( y somos 7.600.000.000 de almas) le prestamos  la debida atención y cambiemos nuestros pensamientos y nuestras acciones, pues ni el Planeta, ni las miles de galaxias existentes cambiarán su rumbo, pues orientación y destino del Universo no cambiará jamás...porque es perfecto. Además " las leyes de los dioses no son las leyes de los hombres " pues son atemporales e imperecederas.
Entonces, revisemos cada uno de nosotros nuestro interior, pues si no enderezamos nuestra estrella individual ( que es lo único que podemos cambiar), el resto nos será añadido a nuestras contrariedades, dificultades, dolores y sufrimientos. Utilicemos provechosamente esta molesta Pandemia pues el Planeta Tierra , seguirá impertérrito su marcha en compañía de sus sempiternos hermanos siderales y se sacudirá de algún modo nuestros desaciertos, que aparentemente le están molestando en demasía.
¡Que podemos cambiar... Claro que si!. no podemos alterar la salida del sol, ni el exacto rumbo de Cosmos, pero si podemos mejorar nuestros pensamientos y por ende nuestras acciones con respecto a nuestros semejantes, pues quien más quien menos, podemos entender y separar el bien  del mal. Y si logramos elevar nuestro cociente de inteligencia receptiva con respecto a las leyes universales ... tal vez...la Pandemia se vaya sola y la paz vuelva a poblar nuestras atribuladas mentes.
No se trata de clamar dones  inexistentes, ni desgarrarnos las vestiduras en demanda de perdón. Con el buen sentimiento y la buena acción, podemos ayudarnos enormemente, pues dejaremos de ser jueces de nuestros hermanos y nos convertiremos en jueces de nosotros mismos.
Y cuando entremos a "jueces de nosotros mismos" , esta será la señal que nos permitirá expulsar los malos pensamientos, y por ende enfocar nuestra existencia desde un ángulo totalmente separado de odio, la violencia y la incomprensión demoníaca. Siempre es mejor una sonrisa que un ceño fruncido. Y si la sonrisa aparece en el rostro, también se instalará en el corazón. "Conócete a ti mismo y conocerás el mundo".
Dura será la prueba, pero no existe otro camino que el del conocimiento propio. Tratemos de mejorar nuestro futuro, pues el presente con respecto al virus... alea jacta est.

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