Ante autoridad de la Subcomisaría 1ª, una joven de 22 años de edad radicada en una finca sita en un tramo de la calle Carrero Podio, manifestó que durante la noche se había dirigido a la casa de su padre, sita en la calle Arenales. 

Por otra parte, hizo saber que en el mismo predio viven dos familias, y que una la forman su prima y el padrastro, y junto a ellos vivía Javier B., oriundo de la santafesina ciudad de Tostado.

De acuerdo a la exponente, cuando salió para dirigirse a la casa del padre, dichas personas se hallaban en el lugar, y que como no tiene para poner un candado, al retirarse quita el picaporte de la puerta.

Seguidamente, dijo que al regresar -cercana la hora 23:30- y que en un lugar de la casa observó a Javier B., pero no le dio importancia a dicha situación.

FALTARON 45.000 PESOS

Al día siguiente, al mirar debajo del colchón de la cama donde tenía  guardado dinero en efectivo, se percató de la falta de 45.000 pesos, por lo que le preguntó a su novio y familia quién había entrado, aunque de inmediato sospechó del tostadense, sobre el cual señaló que era un "malandra", término utilizado en la denuncia.

Así las cosas, familiares de la víctima le preguntaron a Javier B. si había sacado el dinero, y la respuesta fue negativa, a la vez que tomó sus pertenencias y se fue del domicilio.  

Poco después, se tomó conocimiento de que el acusado de robo estaba en la terminal de ómnibus, con intenciones de abordar un micro hacia Tostado, por lo que fue detenido en tanto se llevó a cabo el secuestro de gran parte de lo mal habido.

En definitiva, fue remitido a la Alcaidía de la Unidad Regional V de Policía, luego de ser notificado de la causa iniciada por el delito cometido.