Madura un caudillo

Deportes 18 de noviembre de 2019 Por Néstor Clivati
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FOTO NA CAPITAN./ Lionel Messi durante el último entrenamiento previo al duelo con Uruguay.
FOTO NA CAPITAN./ Lionel Messi durante el último entrenamiento previo al duelo con Uruguay.

(Especial para LA OPINION).- Estamos en la previa de otro choque frente a un rival con el cual nos unen, más coincidencias que antinomias, excepto, en las cuestiones futboleras, donde al igual que lo sucedido el viernes en Arabia Saudita, ante los brasileños, las diferencias que se dirimen en un campo de juego y que se trasladan, a través del tiempo como un legado sensible, renuevan las contiendas y enfatizan esas rivalidades.
Esta sucesión de compromisos frente a los adversarios mas encumbrados en la historia de nuestro equipo nacional, el mes pasado frente a Alemania, hace un par de días, con Brasil y este lunes en Israel, ante Uruguay, le han trasladado a Lionel Scaloni y a muchos de los nuevos valores que vienen asomando, desde su ingreso a la AFA, desafíos muy potentes y un grado de exposición, que no le da mucho margen de error para proyectar debilidades.
Scaloni ha comenzado a subir de a dos o tres los escalones, rumbo a una consolidación de su proyecto, en el que se manifiestan con las lógicas variables de un deporte, en el cual también el azar, se presenta activo, los futbolistas menos experimentados, los “veteranos sobrevivientes”, sus conceptos sobre el juego y la figura de Lionel Messi, actor determinante, no solo dentro de la cancha.
Todo ese paisaje debe ordenarse de forma armónica, para acuñar la tan mentada identidad, que además incluye como un escollo insalvable para su logro, trabajar en condiciones poco saludables a tales fines.
En Riad volvimos a sorprendernos, podría hacerlo mas objetivo y decir, “volví a sorprenderme”, con un perfil mutante del capitán argentino; da la sensación, que a medida que pierde esa explosión que desairaba rivales y le permitía llegar menos apareado para definir de forma letal frente los adversarios que fueren, surge otro más emocional, acaso más terrenal, que lo pone con frecuencia, en el foco de controversias y polémicas.
Este Messi, protector y confrontativo, dispuesto a meterse en el barro sin especulación alguna, ya mostró los primeros brotes, en la Copa América jugada en Brasil, de hecho, viene de cumplir una sanción de mas de 100 días que le aplicó Conmebol por fustigarla y deberá purgar una fecha, en la primera jornada de las Eliminatorias que comenzaran en marzo próximo, como consecuencia de la expulsión ante Chile, se ha transformado en un caudillo, que también se permite, por ejemplo, discutir fallos, fingir algunas infracciones o cruzarse con un entrenador rival, haciendo valer su influencia mediática, es decir, un Messi mas argento que catalán.
Esta sazón que le agrega a su instinto único e irrepetible, está reperfilando, a aquel hombre menos visceral y poco controversial que crispó a muchos por esta parte del globo, a pesar de sus grandes hazañas en un campo de juego. Tenemos un capitán de talla más arrabalera y esta noche, frente a las cuchillas afiladas de los orientales, seguramente escribirá otro capítulo.
Messi, en consecuencia, es el mejor ejemplo del convencimiento al que se abraza este plantel. Él queda algo desprotegido, rodeado de lobos hambrientos dispuestos al esfuerzo hasta la inmolación. Sin embargo, el capitán no se frustra. Al contrario, lidera la cacería bien implicado para atender obligaciones colectivas. Hasta comete infracciones por las que cualquier futbolista terrenal sería amonestado. Después, cuando tiene la oportunidad, algunos fogonazos de su sello le recuerdan al mundo que es diferente al resto. Nadie tiene pereza, todos se involucran. Hasta el crack. Muy lejos de presentarse como un equipo sofisticado, la Argentina empieza a ser un estorbo, casi un especialista en negarles soluciones a adversarios con mejor base y fundamentos. A Scaloni mucho no le interesa la pelota, y si para ganar tiene que hacer concesiones estéticas o saltear búsquedas más elaboradas, no lo duda. Encontró los soldados para esa causa. La selección no atrapa ni convence, pero es un ejército orgulloso de su desfile.

AGÜERO Y DYBALA, OPCIONES DE LUJO
El entrenador argentino colocará ante Uruguay, algunos de los convocados mas estelares, que no tuvieron minutos en Riad; Sergio Agüero y Paulo Dybala, vieron el partido ante Brasil, desde el banco, un lujo que solo pueden darse equipos, con numerosas opciones.
La Joya de la Juventus, todavía no ha generado esa empatía fundamental, para considerarlo, una pieza incuestionable, por ahora se comporta como un gran insinuador, que no llega a destino y esta realidad lo deja en la columna de los reemplazables. Por su parte, nada hay que evaluar del Kun Agüero, marca registrada del gol en la Premier League y una debilidad para cualquier técnico, incluido éste poco influenciable Lionel Scaloni, que repite como un loro, que Messi, es el único confirmado e imprescindible.
Otra gran jornada de fútbol de elite, ahora con el clásico del Rio de La Plata y un contrapunto mas con el legendario Maestro Tabarez.



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