En busca de… Nadia Fink, editora

La Palabra 13 de febrero de 2016 Por Raúl Vigini
Ellas pudieron hacerlo

Motivada por historias reales de mujeres que trascendieron sus lugares de origen, inició una serie literaria donde se cuentan estas grandes biografías pero para pequeños lectores. Audaces y emprendedoras, aquí se las presenta como Antiprincesas, y el protagonismo de cada una de ellas viene teniendo presencia en el relato de América al sur del rio Bravo. Conversamos con la editora de Chirimbote, que tiene en su catálogo los entretenidos episodios que Frida, Violeta y Juana fueron desgranando en sus días plenos.

 

LP - ¿Cuándo ideás esta propuesta pensás en alguien de tu entorno afectivo como destinatario?

N.F. - Tengo una hija de veintiún años y si bien no llegué a aportarle a su infancia sí recuerdo mucho esto. Para mí como madre siempre fue un desafío buscarle literatura alternativa a lo que le regalaban sus abuelos que le regalaban cuentos tradicionales, entonces yo me enojaba bastante porque era muy joven y también era muy rupturista con algunas cosas. Me acuerdo mucho que la pediatra me dijo “vos la estás criando en un contexto, si querés criarla aisladamente andate al medio del monte”. Entonces ahí aprendí que yo tenía que aportarle otras cosas, no decirles a los abuelos que no le regalen más esto. Traté de buscar en toda una literatura muy piola que es de los setenta pero sigue siendo interesante: Gustavo Roldán, Graciela Montes, Silvia Schujer pero no se desarrollan tanto los modelos de mujer prque tampoco era algo de la época. Es muy de nuestra época pensar mucho sobre la base de género, y me di cuenta con el paso del tiempo que a mi hija a pesar de que vio Floricienta, sí sus ideales siempre fueron Mulan, Pocahontas, y que rompían mucho con esto de qué tenían que hacer las mujeres. Eso lo repasé un poco con la edad. Tengo sobrinos varones muy cercanos a mi entorno, y también me parece muy importante intervenir en las masculinidades, no son libros para nenas solamente. Y lo vamos puliendo más. Juana interpela mucho más a los varones que los otros dos títulos.

LP - ¿Considerás que a través de la aparición de Paka Paka se sumó para el conocimiento de estos personajes?

N.F. - Me parece que lo que hicieron los creativos de Paka Paka fue muy importante, en particular no he profundizado mucho en esos dibujitos tal vez porque no tengo hijos chicos. Sí lo ven mucho mis amigos que tienen hijos chicos. Está bueno sobre todo lo que han trabajado con Héroes y Heroínas de la Patria. Estos años han instalado el concepto de Patria, mucho que estaba bastante desinstalado. Creo que todo suma a que los pibes conozcan un poco más la historia de Latinoamérica.

LP - Este trabajo que vos iniciás viene de tu actividad en Sudestada. ¿Cómo llegás a esa revista?

N.F. - Era una inquieta. Hice la carrera terciaria de corrector literario, y cuando terminé y me recibí estaba buscando un medio para trabajar por gusto. Trabajé muchos años en administración y quería iniciar esto con gusto y sin tomarlo tanto como un trabajo. A través de un amigo conocido de los chicos de Sudestada, me junté hace nueve años y me acerqué militantemente a empezar a corregir y después fui empezando a escribir, tengo un camino muy a la inversa, no tengo formación periodística académica. Recientemente los que iniciamos editorial Chirimbote hicimos una apertura y ya no pertenecemos a Sudestada. Y estoy en un portal de noticias que se llama Marcha -www.marcha.org.ar- y allí hago un trabajo de edición y también de escritura periodística pero en el portal, no en papel. No sé si alguna vez puedo dedicarme solo a hacer literatura infantil, porque creo que es necesario el complemento con el periodismo, con el vínculo cotidiano con la realidad.

LP - Una vez que conocés la biografía de cada Antiprincesa, que tienen historias muy duras cada una de ellas, ¿con qué criterio seleccionás el contenido teniendo en cuenta que es para que lean chicos?

N.F. - Me parece que son vidas que son duras pero que tienen -sobre todo cuando investigás en profundidad- momentos durísimos, y momentos bellísimos, alegres y felices. Entonces se trata de complementar un poco eso. Creo que soy una persona muy positiva que siempre le está buscando el lado bueno a las cosas, tanto en mi vida como cuando  conozco personas y les veo sus defectos pero los minimizo. Eso puede ayudar un poco. Pero sobre todo pienso en las referencias de literatura que tenemos, muchos cuentos clásicos. Si uno compara estas historias duras con la literatura que les damos a los chicos le estamos metiendo historias auras desde que nacen con las fábulas, los cuentos tradicionales. Son historias mucho más crueles incluso porque llegan a ser felices al final. Parece que ese  final feliz diera por tierra todos esos años de sufrimiento que tuvieron los protagonistas. Justamente en contraste con estos finales felices tratamos de ir mechando en lo cotidiano esos momentos de mucha alegría y esos momentos duros, de mucha tristeza, un poco como es la vida. Sin sacarle la magia. Es la característica de esta colección -porque hay otros trabajos que tienen que ver con antiprincesas que no se llaman así y son muy buenas, pero que tal vez les cuesta trabajar la parte estética, la que sí tenemos que tomar de la industria Disney, del mercado, los relatos- nosotros tratamos de no bajar línea, aunque es entre comillas, porque estamos eligiendo qué contamos, de quiénes hablamos, pero no deja de ser una historia que le contamos tomada como un cuento. No está Frida con una bandera comunista en la tapa, está con su flor, con sus bigotitos, con su estética, y contamos su muerte después de una larga enfermedad. Cómo lo contamos tiene que ver cómo elegir lo que decidimos contar de estas historias. En Violeta por ejemplo no se cuenta el suicidio, se hace una historia circular donde empieza a los treinta y siete años cuando ella está buscando pueblito por pueblito esas canciones que se estaban perdiendo y termina ahí de nuevo. Se va y se vuelve en el tiempo. Su quieren profundizar van a tener tiempo…

LP - ¿Para qué edad está pensado?

N.F. - Nosotros lo pensamos para seis a doce pero se trabaja mucho con niños más chicos. Pensamos en la primaria pero en muchos jardines se trabaja, muchas madres y padres de tres y cuatro años lo buscan. Depende mucho del adulto que guíe en la lectura.

LP - ¿Qué viene después de esto?

N.F. - Estamos viendo, porque algunos libros nos llevaron mucho tiempo, tenemos muchos nombres danzando, dijimos que iba a ser una argentina la siguiente. Queremos ver si puede ser alguien que esté viva. El equipo está conformado por cuatro personas: el diseñador, el ilustrador, prensa y redes sociales, y yo. Seguramente va a haber más cosas. Ojalá podamos hacer libros para adultos también. Siempre la infancia como meta. Tenemos mucho por delante.

por Raúl Vigini

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