La economía del comportamiento, un instrumento para crear políticas públicas

Notas de Opinión 13 de marzo de 2023 Por REDACCION
El bienestar de una sociedad puede ser diseñado de acuerdo a los parámetros y valores de cada comunidad. Solo debemos prestar atención a los datos de la realidad para alcanzar el objetivo.
06-Economía del Comportamiento

Por Leonardo Caravaggio*

La forma en que las personas toman decisiones no siempre es racional, muchas veces atentan contra su propio bienestar, incluso en ocasiones donde cuentan con información suficiente para evitarlo. Es por este motivo que, con contribuciones de la psicología, surge la economía del comportamiento, que busca comprender el raciocinio de las personas de una manera más humana, para crear modelos económicos que se asemejen a la realidad.
La economía del comportamiento es un instrumento para crear políticas públicas que se adapten a la manera de pensar y tomar decisiones de los ciudadanos. En este sentido, aporta innumerables beneficios como pueden ser:
• La comprensión de cómo influyen los contextos, los incentivos y los sesgos cognitivos en la toma de decisiones económicas.
• El diseño de políticas que incentiven comportamientos deseados.
• La identificación de barreras que dificulten la adopción de ciertos comportamientos y el diseño de estrategias para superarlas.
• La mejora en la efectividad y eficiencia de las políticas, que deben considerar cómo los seres humanos responden a ellas.
Existen diversos casos de aplicación en la actualidad y la realidad es que hay una gran cantidad de ejemplos como pueden ser desde programas para fomentar el ahorro y la planificación financiera, hasta campañas para el reciclaje y conservación del medioambiente. En la Argentina, existe una Unidad de Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas que tiene como misión impulsar proyectos basados en estudios del comportamiento humano para mejorar la calidad de vida de las personas.

FACTORES PUEDEN QUE
CONDICIONAR LA TOMA DE DECISIONES
La cultura y las costumbres impactan de lleno en los sesgos de las personas al moldear sus creencias, valores y preferencias, por lo que, son factores que pueden afectar cómo percibimos y procesamos la información y cómo tomamos decisiones. Un claro ejemplo de esto se da en la crianza, en donde la forma en que los padres crían a sus hijos puede influir en sus valores y preferencias que tengan a lo largo de su vida.
Otro ejemplo de condicionante se puede ver reflejado en las normas y valores culturales que pueden influir en la forma en que una persona percibe y juzga a los demás y a sí misma. No se trata solo de las reglas en una sociedad, sino también de una cuestión educativa, ya que las personas más educadas dispondrán de mayores conocimientos que permitan delinear mejor las decisiones a tomar.
Todo indicaría que el bienestar de una sociedad puede ser diseñado de acuerdo a los parámetros y valores de cada comunidad, solo debemos prestar atención a los datos de la realidad para alcanzar dicho objetivo.

(*) Leonardo Caravaggio es docente de la Maestría en Policy Analysis del ITBA

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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