Ni estudiar ni trabajar

Editorial 08 de febrero de 2022 Por REDACCION
Leer mas ...

La educación de calidad es la llave para el desarrollo y el crecimiento sostenido de cualquier país. Nadie discute este postulado, aunque en la Argentina hay políticos que si bien repiten la frase en la práctica van en contramano. El caso del Gobierno de Santa Fe es contradictorio de la a hasta la z, porque se declara a favor de la educación pero a un mes y medio de terminar el año se emite una circular en la que se extiende el ciclo lectivo hasta la Navidad pero a la vez se flexibiliza el régimen de evaluación a los alumnos del nivel secundario. La ministra de Educación, profesora Adriana Cantero, logra unanimidad en la crítica: los sindicatos docentes, los maestros, los padres, los dirigentes de la oposición entre otros cuestionan sus decisiones e inclusive le reclaman la renuncia. No se entiende al Gobernador santafesino que avale semejante improvisación de su ministra y, en definitiva, termina siendo el máximo responsable de la política educativa que no premia al mérito, sino que lo iguala para abajo. "Lo mismo un burro que un gran profesor", afirma Cambalache, una canción que lamentablemente mantiene vigencia como crítica social del estado de la Nación. Más que nunca. 
En Rafaela, la industria autopartista y metalmecánica padece dificultades para cubrir vacantes en líneas de producción a pesar de que hay más de siete mil personas con problemas laborales entre desocupados y subocupados, de acuerdo a los últimos datos del ICEDeL. El desempleo afecta principalmente a jóvenes que no terminaron la escuela secundaria, en especial a mujeres. 
Con la decisión de Cantero, quizás mejoren las estadísticas sobre la terminación de la enseñanza media, es decir más alumnos conseguirán su título secundario pero difícilmente puedan acreditar saberes si el Ministerio de Educación relajó los requisitos. 
Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela cifras preocupantes de jóvenes que no estudian ni trabajan -ni buscan empleo- en América Latina. Cinco países de la región entran en el top 10 mundial, entre ellos la Argentina. 
Los jóvenes que abandonan los estudios sin completar la educación secundaria y tienen pocas competencias enfrentan cada vez mayores dificultades para encontrar un empleo, y sus posibilidades quizá no mejoren aunque la economía repunte, según un nuevo informe de la OCDE.
En este marco, la Universidad de Belgrano (UB) realizó un ranking sobre el nivel de educación y la ocupación laboral que tienen los jóvenes en el país. En esta línea, determinó que Argentina se encuentra en el puesto 8 del top 10 con mayores personas de 18 a 24 años que no apuestan por su futuro. Según el estudio, la cifra se mantuvo por encima del 25% entre 2017 y 2021. Los llamados "Ni-Ni" (ni estudia ni trabaja) reflejan una proporción preocupante, según demostró el informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la institución, la cual se basó en los datos publicados por la OCDE.      
Argentina es superada por Brasil, que tiene el mayor porcentaje de este grupo social dentro de los países analizados, que alcanza el 35,9% de los jóvenes; también por Colombia (34,5%), Turquía (32,2%) e Italia (24,8%).
El director del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, Alieto Guadagni, dijo que la razón por la que uno de cada cuatro jóvenes no estudia ni trabaja es muy simple, aunque de simple no tiene nada. Los pibes pobres no terminan la escuela secundaria. Entonces, como abandonan, no pueden seguir estudiando y tampoco están capacitados para tener trabajo. Es muy difícil conseguir empleo en el mundo tecnificado actual sin haber terminado la secundaria. 
El común denominador de la generación ni-ni-ni es la desesperanza por el futuro. Y se aferran a un plan que la política le otorga a modo de trueque por un voto. 








REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
Seguinos en Facebook y Twitter

Boletín de noticias