La prohibición de entregar sorbetes plásticos encuentra mínima resistencia

Locales 02 de julio de 2022 Por REDACCION
Un sondeo realizado en bares, pub y restaurantes del centro de la ciudad determinó que solo algunos propietarios se resisten al cambio, argumentando cuestiones que van desde el perjuicio económico hasta ambiental.
13 - sorbetes (1)

En sintonía con lo que ya ocurre en otras ciudades argentinas, el concejal Lisandro Mársico (PDP-Frente Progresista) presentó un proyecto de Ordenanza pro-ambiental para eliminar el uso de sorbetes plásticos y que a cambio se provean los denominados biodegradables. Además, la norma impone sanciones dinerarias progresivas a quienes la incumplan.
Vale recordar que la prohibición de uso de sorbetes ya rige en Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, Mar Chiquita, Mendoza, Ushuaia, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y muy cerca, en Sunchales, está en estudio del Concejo deliberante un programa de reducción de uso de sorbetes y vasos plásticos.
La iniciativa del edil demócrata progresista, que se encuentra en Comisión, y sujeto a consultas con los privados interesados en el tema, propone “la prohibición de uso de sorbetes plásticos descartables y su reemplazo por reutilizables”.
En los fundamentos sostiene que desde el estado municipal se deben llevar adelante acciones para lograr la eliminación del uso de productos descartables, a fin de preservar el medio ambiente, reducir la contaminación que estos elementos generan y a su vez disminuir la generación de residuos.
Señala que no existe restricción en nuestra ciudad con respecto a la entrega de sorbetes plásticos de un solo uso.
Entre las consecuencias ambientales menciona que los sorbetes son productos que no suelen ir a reciclaje, por su tamaño y por estar hechos con un derivado del plástico muy difícil de destruir, pudiendo tardar entre 150 y 1.000 años en descomponerse.

ELIMINACIÓN
DEFINITIVA
Por estos y otros argumentos, Mársico impulsa que “los comercios que utilizan y/o expenden sorbetes plásticos de cualquier material que no sean biodegradables y/o reciclables deberán proceder a su eliminación definitiva.
Con ese fin, el Ejecutivo Municipal deberá trabajar en conjunto con bares, restaurantes, locales de comida rápida, kioscos, almacenes y todo otro establecimiento relacionado; para generar el cambio de sorbetes plásticos no biodegradables y/o reciclables por otros que sean reutilizables, biodegradables y/o reciclables y en la eliminación de la entrega compulsiva de sorbetes plásticos de un solo uso.
Quienes incumplan con la prohibición de entrega de sorbetes plásticos de un solo uso serán sancionados, en la primera verificación de incumplimiento con un apercibimiento; en la segunda verificación de incumplimiento con una multa de 50 a 100 unidades de multa, que llegará a entre 500 a 2000 unidades de multa en la cuarta constatación.

POCOS
REPAROS
La recorrida realizada durante el pasado fin de semana por los bares y comedores permitió comprobar, salvo alguna mínima excepción en las que se proveen biodegradables, que en todos de ellos, las gaseosas, licuados, y mezclas de bebidas alcohólicas con otro componente son servidas en vasos con su correspondiente sorbete y, en algunos, casos con más de uno. Del mismo modo, la visita realizada a lugares nocturnos donde se expenden bebidas, salvo los vinos y la cerveza, todos son provistos con sorbetes para su consumo.
A partir de esta comprobación, La Opinión consultó a propietarios de esos locales para conocer su opinión sobre la prohibición de entrega de sorbetes que ya tiene vigencia en varias localidades y el 80% de consultados respondió que el uso de sorbetes reutilizables, como también los biodegradables, no afectará su comercio a pesar de la diferencia en su costo y las costumbre de los clientes.
En cambio, quienes se oponen a la eliminación del uso de las tradicionales “pajitas” esgrimen entre otras cuestiones que uno de los mayores obstáculos es que a los sorbetes reutilizables los consumidores se los llevan y les ocasionará un perjuicio. Otros opinan que los biodegradables son mucho más caros que los plásticos y un grupo sostiene que se favorece al ambiente por un lado y se lo perjudica por otro debido a que se procura no contaminar con plástico, pero los sorbetes de papel llevan a tala de árboles y su lógicas consecuencias. Están también lo más suspicaces quienes afirman que en realidad deja de ser un negocio de los que venden productos de plástico y pasa a serlo de los que comercializan en papel.

DIVERSIDAD
Así las cosas, antes de darle despacho, el Concejo decidió recurrir a la Cámara de Propietarios de Restaurantes, Hoteles y Bares de Rafaela (CAPREHBAR), aunque la institución no se ha pronunciado, y cabe la posibilidad que no lo haga, debido a que, como en todo grupo numeroso de asociados, con intereses en juego, las opiniones son de las más variadas, y todas con sus argumentos atendibles.
Se sabe que el debate está abierto internamente, pero, difícilmente se pueda arribar a una respuesta consensuada.
De todas maneras, las consultas realizadas a algunos de sus miembros indican que una mayoría estaría a favor de utilizar biodegradables o reutilizables, otros manifiestan que estaría dispuestos a no usar más sorbetes de ningún tipo, mientras que un grupo menor resiste la idea.

LOS PRECIOS
Para tener dimensión de los precios de las distintas clases de sorbetes, La Opinión averiguó su costo en las empresas que los comercializan y de acuerdo a la calidad del material los de plástico cuestan entre $ 300 y $ 400 el millar. En tanto, que igual cantidad de papel importan entre $ 5.000 y $ 6.000; mientras que los biodegradables pueden trepar hasta los $ 8.000. Si se trata de los reutilizables el precio oscila entre los $ 65 y $ 90 por unidad, dependiendo que se trate de aluminio o acero inoxidable.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
Seguinos en Facebook y Twitter

Te puede interesar