El BCRA y la dinamita

Suplemento Economía 30 de abril de 2022 Por Guillermo Briggiler
Con una inflación que promedia el 50% anual, el empleo estancado, depreciaciones del tipo de cambio permanentes y el PBI del país que no crece hace una década, podemos decir que el Banco Central no cumple con ninguna de sus finalidades.
24-Milei BCRA

En principio no habría relación alguna entre el Banco Central y el explosivo inventado por Alfred Nobel, el mismo que luego instituyera el premio Nobel de la Paz como compensación simbólica al uso bélico que se le dio a su invento. Pero todo cambió cuando un economista, devenido en un político con chances de alcanzar la presidencia del país, dijo que iba a dinamitar el BCRA.
El Banco Central de la República Argentina fue creado el mismo año que se fundaba nuestra querida Rafaela. Hasta entonces circulaban por el país diferentes monedas acuñadas por distintos bancos en diferentes provincias. Ese año, 1881, se instaura la moneda nacional vinculada al patrón oro que regiría hasta 1929, donde es abandonado por casi todo el mundo.
La finalidad que posee el Banco Central, es decir la razón por la que fue creado y que podemos verlo en el artículo tercero de su carta orgánica, es promover la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico. Con una inflación hace varios períodos que promedia el 50% anual, el empleo estancado, depreciaciones del tipo de cambio permanentes y el PBI del país que no crece hace una década, podemos decir que no cumple con ninguna de sus finalidades. Por lo expuesto probablemente la opción de cerrarlo, sin necesidad que vuele por los aires, cobra relevancia.
Lo que es definitivo es que no puede seguir así. La opción más moderada y más utilizada en el mundo desarrollado es un Banco Central independiente del poder político de turno. De hecho nuestro BCRA es un ente autárquico que podría ser independiente, para ello debe haber voluntad política de no utilizar las herramientas con que este cuenta para el populismo, o dicho más elegantemente, para favorecer a la casta política, término de moda actualmente.
Si el Central fuera independiente y dejaría de financiar con emisión los caprichos de los gobernantes, obligaría a éstos a controlar el gasto y ajustarlo a los recursos existentes. De esta forma bajaría tanto el déficit fiscal, como la emisión monetaria y con esto la inflación que tanto distorsiona la actividad económica. Se terminaría también con el financiamiento al Estado a través de los adelantos al Tesoro, reduciendo la deuda y obligando a cuadrar presupuestos. Además puede analizar por su cuenta los fenómenos económicos que se presentan y obrar tanto independientemente como en conjunto con el Ministerio de Economía, sin estar sujeto a la conducción económica de turno, ni a otras instancias del Estado.
Pero si por las condiciones políticas reinantes, la independencia del organismo no es posible, queda la posibilidad de “dinamitarlo”. Esta opción de cerrarlo definitivamente es algo más compleja e implica un cambio en todo el sistema financiero de la manera en que lo conocemos. Esta variable traerá consigo la transformación de los bancos de la forma que los conocemos, restructurando al sistema financiero en una Banca Simons.
En el caso del establecimiento de un Sistema Bancario Simons, las entidades se dividen en dos, bancos transaccionales y bancos de préstamos. Los primeros reciben solo depósitos a la vista, que deben encajar al 100%, es decir no pueden prestar. Reciben solo depósitos en cuenta corriente y en caja de ahorro y se utilizan para realizar pagos, cobros y transacciones, percibiendo comisiones por las operaciones. Por otro lado habrá entidades que reciban depósitos a plazo y que presten en función de esos recursos y otros que consigan en el mercado de capitales. Recordemos que no hay BCRA que actúe como banco de bancos o prestamista de última instancia por lo que los préstamos deberán realizarse con sumo cuidado, tanto en la posibilidad de que incumpla el beneficiario, como en la capacidad de devolver los depósitos recibidos.
Entendemos que de los usos de la dinamita previstos por Nobel, esta opción, al menos en forma de amenaza, le traería grandes beneficios al económicamente castigado y oprimido Pueblo Argentino.

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@GuilleBriggiler

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