El desarrollo local o territorial como concepto ligado a la gestión pública apareció en la Argentina como respuesta de los gobiernos municipales frente a los cambios registrados durante la década del 90, cuando el Estado nacional comenzó a delegar funciones que hasta ese momento se hacía cargo. En ese contexto, los municipios enfrentaron una expansión en sus agendas de competencias, ya que debieron asumir nuevos roles. 
Y Rafaela se ha perfilado como protagonista al presentar una experiencia de desarrollo local que ha cautivado la atención de centros de estudios de la Argentina, entre otros diversas universidades, como organismos internacionales, como el propio Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 
Numerosos investigadores que estudian los distintos casos de éxito de desarrollo local en busca de sus claves o recetas para, tal vez, replicar o favorecer una suerte de "copiar y pegar" de algunas de sus políticas en otras ciudades, han encontrado que la articulación público-privada es el corazón de esta forma de hacer las cosas en nuestra ciudad. Abrazar causas entre todos poniendo en práctica aquella expresión de que "la unión hace la fuerza".
En los años 80, conseguir el acueducto y el gasoducto -que hoy están trabajando al máximo de su capacidad sin poder satisfacer la demanda, lo que explica por qué están en marcha nuevas obras de este tipo- fue el resultado de una estrategia conjunta entre lo público y lo privado. 
Así que en ámbitos académicos circulan muchas descripciones de lo que es Rafaela que, realmente, no tenemos idea que están. ¿Y cómo describen a la ciudad?
"La ciudad de Rafaela, localizada en el centro oeste de la provincia de Santa Fe, presenta un crecimiento económico
importante habidas cuentas de sus comercios, industrias y establecimientos agropecuarios especialmente dedicados al
tambo y a la producción agrícola intensiva", sintetiza uno de los tantos trabajos. También recuerda la cantidad de emprendimientos industriales que llegan actualmente a casi 600 según el censo que periódicamente efectúa el ICEDeL. "La mitad del sector manufacturero se concentra en la producción de alimentos y bebidas, productos de metal y maquinarias y equipos. Otro dato a destacar es que una de cada diez empresas industriales exporta los bienes que produce. Este sector privado es fuente de trabajo para la mano de obra local y para la de las localidades de la región" agrega sobre una Rafaela que cuenta con una población estimada de 110.000 habitantes.
El documento subraya que "el desarrollo urbano y la organización del territorio siempre han sido un pilar de la gestión local" y remarca que "la trama institucional de la ciudad es un capital valioso al momento de lograr acuerdos y trabajar de forma articulada". En este sentido, cita la conformación de espacios de diálogo como el Consejo Consultivo Social y la participación ciudadana a través de las vecinales.
Otros trabajos abordan la historia de la ciudad desde su mismo origen. "Se atribuye el inicio a Guillermo Lehmann, cuando en 1881 su empresa puso a la venta unos terrenos llamados Rafaela o 'La Rafaela'. Se trataba de tierras pertenecientes a terratenientes porteños que habían encargado a Lehmann la venta de los mismos en concesiones y a plazos. Los principales propietarios eran: Saguier, Quintana, Egusquiza y el mismo Lehmann", indica uno de esos estudios. "Los primeros en comprar la tierra fueron inmigrantes, y familias que ya estaban asentadas en el lugar. Muchos de los habitantes de la Colonia Rafaela arrendaban las tierras y trabajaban en ellas. La mayoría era de origen italiano, suizo-alemán, españoles o argentinos provenientes de provincias vecinas", agrega.
"Según el Censo General de la provincia de Santa Fe en 1887 Rafaela ocupaba el puesto 19° en los centros urbanos de la provincia. Contaba con 841 habitantes, de los cuales el 68% eran italianos (la mayoría del Piamonte) y sólo un 23% eran nativos, también había austríacos, suizos y españoles", afirma sobre el aspecto de la colonia seis años después de su formación.
Ahora Rafaela ocupa el tercer lugar en cantidad de habitantes en la Provincia. "La población crecería grandemente gracias al paso de varias vías ferroviarias, que se dio entre 1885 y 1890, produciéndose así nuevas fuentes de trabajo y actividades económicas tales como empresas de colonización, bancos, periódicos, imprentas, servicios de salud, escribanías, talleres artesanales entre otros", se consigna. 
Aquella colonia que comenzó con 11 familias mostró, desde ese primer momento, un espíritu progresista que conserva aún 140 años después. Y eso explica por qué se transformó en un caso de estudio sobre desarrollo territorial o local.