Emblemático edificio que remite a los primeros tiempos de Rafaela porque alojó al primer centro comercial, lo que queda del predio de los Almacenes Ripamonti vive una nueva esperanza para renacer. Su estado de abandono frente a la mismísima Plaza 25 de Mayo da pena aunque nos hayamos acostumbrado, en cierta forma, a caminar o circular en las calles que la bordean sin notar la deteriorada estructura. 
Una década atrás asomó un proyecto desde el sector privado para reconvertir ese complejo que visitaban los primeros inmigrantes en un hotel de nueve pisos y un paseo de uso público, que incluía reciclar los antiguos túneles o más modestos sótanos. Un buen día el inversor detuvo la obra, que inicialmente se creyó era una decisión momentánea. Pero lo provisorio es para siempre en la Argentina y el hotel una sombra ya pronto fue. 
Pasaron años sin ideas ni entusiasmo. Solo ver un cementerio del pasado en una esquina estratégica del centro rafaelino. Su restauración es costosísima, principal obstáculo para devolverle la vida a ese espacio de encuentro. 
"En la pampa gringa de fines de siglo XIX, los Almacenes de Ramos Generales fueron proveedores de bienes y servicios, nexos entre las casas exportadoras de trigo y los mercados europeos, pero también cumplieron una importante función social ya que eran el punto de encuentro habitual para los habitantes de la zona. En el año 1888, Don Faustino Ripamonti, instaló su negocio frente la plaza principal de Rafaela y construyó su vivienda familiar a lado del negocio inicial. Su crecimiento se dio de  una manera simbiótica con el progreso de la localidad", destaca un artículo del Colegio de Arquitectos.  
"Desde el punto de vista estético y formal, el edificio, antes de su fallida intervención privada, guardaba un armonioso equilibrio, tanto en el sector destinado al uso comercial, como las dependencias privadas pertenecientes a la familia Ripamonti", apunta ese artículo publicado hace tres años en este Diario. 
Y remarca que "el emplazamiento tiene un significado muy importante para la localidad ya que constituye uno de los pocos testimonios arquitectónicos que sobreviven desde los momentos fundacionales de Rafaela". 
Ahora hay una esperanza a partir de la expropiación efectuada con fondos del Gobierno provincial, que se complementa con un concurso de profesionales destinado a la recuperación y puesta en valor de La Recova. Colegio de Arquitectos, Municipio y Provincia se asociaron para darle forma a una nueva propuesta que haga justicia con la histórica de la ciudad. No podemos saber qué funcionará en el futuro, pero al menos hay una nueva esperanza. "Lo que se haga en este sitio va a representar lo que es Rafaela hoy y en el futuro. Estamos orgullosos y ojalá que en este concurso se logre el mejor proyecto para concretar" sintentizó la vicepresidenta del Colegio de Arquitectos, Analía Montemurri.