Postacchini: "No se sabe hacia dónde va la política nacional"

SUPLEMENTO RURAL 19 de junio de 2021 Por REDACCION
El presidente de AFAT, entidad que agrupa a las marcas multinacionales de maquinaria agrícola, analizó el escenario que afrontan las empresas en medio de la Pandemia. ¿Cómo impacta el contexto macroeconómico en un sector que depende de las importaciones?
INCERTIDUMBRE. El presidente de la entidad que nuclea a las multinacionales brindó un panorama de la situación que afronta el sector.
INCERTIDUMBRE. El presidente de la entidad que nuclea a las multinacionales brindó un panorama de la situación que afronta el sector.
La maquinaria agrícola ha sido uno de los sectores que, desde el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, ha logrado trabajar prácticamente con total normalidad. Contra todos los pronósticos, tuvo un gran año con un notable crecimiento en ventas y facturación. La racha positiva se estiró en 2021, al menos para la actividad nacional, según los números oficiales del INDEC. La aclaración no es menor, teniendo en cuenta que las marcas multinacionales atraviesan otra realidad, a partir de los vaivenes de la economía y los obstáculos que se generan con decisiones gubernamentales que impactan de manera directa en el negocio.
En diálogo con el programa radial ADN Rural, el presidente de la Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores y otros equipamientos Agrícolas, Viales, Mineros, Industriales y Motores (AFAT), Reynaldo Postacchini, analizó el escenario y fue contundente: “este año el gran problema fue el tema de los neumáticos, porque las empresas productoras de India y China tuvieron grandes dificultades por la falta de caucho para producirlos; eso afectó a la industria porque no tenemos neumáticos en tiempo y forma, y cuando llegan no se cumplen los contratos y comienzan los inconvenientes”.
Y agregó: “a eso hay que sumarle la burocracia que presentan todos los países por determinadas medidas de protección y también la importación, pero además en el caso de Argentina hay que tener en cuenta la situación económica, que no es para nada fácil”. Estos factores que describe el empresario generan una demora lógica en la entrega del producto, que provoca “enojos y falta de confianza”.
El presidente de AFAT reconoció que el nivel de ventas durante el primer trimestre registró “facturación récord” en aquellos equipos cuyo valor oscila entre los 100.000 y 150.000 dólares. “Por encima de esos montos, el panorama incierto a nivel macroeconómico complica la situación”, admitió. Y al mismo tiempo remarcó la necesidad de pensar en “políticas a mediano y largo plazo”, como clama el Consejo Agroindustrial Argentina (donde la entidad participa), porque de lo contrario “es muy difícil llevar a cabo inversiones”. Y, para peor, reflexionó: “no se sabe a dónde apunta la política nacional”.

EL DEBATE POR LA PROCEDENCIA
Históricamente, las firmas multinacionales han estado bajo la lupa de la industria argentina por un debate que hasta la fecha continúa abierto y que involucra a la procedencia de los equipos. Cuándo se considera nacional o no, esa es la cuestión.
Desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola Argentina (CAFMA) han elaborado un proyecto de ley que cuenta con la adhesión de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, donde se encuentran la mayoría de las empresas del sector. Desde la entidad buscan que se declare como producción nacional aquellos equipos que tengan al menos el 60% de sus componentes fabricados en el país. Mediante la iniciativa impulsan beneficios fiscales y crediticios para las industrias nacionales y, a su vez, logran una diferenciación con las empresas que solamente arman o ensamblan.
Al ser consultado sobre este punto, Postacchini advirtió: “todas las empresas de AFAT estamos arraigadas en Argentina, con fabricación local, y tenemos nuestros grandes desarrollos de componentes a nivel mundial. La globalización de componentes es total, hoy no hay ninguna posibilidad de decir si una maquina es nacional o importada porque está fabricada con distintos sistemas”.
Y expresó: “la discusión de la maquinaria agrícola es como la de los autos, hay numerosos componentes que hacen que un producto tenga diferentes orígenes por su comportamiento, pero nosotros cumplimos con las normas que el Estado impone y que define esos componentes”. En ese sentido, destacó que “las reglas son claras para todos y nos adaptaremos”.
Si bien destacó la tecnología que existe en el país al mencionar que está “a la altura de Estados Unidos, Japón y Rusia” colocando al productor argentino a la vanguardia, también reconoció que “no todo se puede hacer aquí”. Y explicó: “una fábrica de tractores acá es casi inviable porque cuando querés poner tecnología necesitas un volumen de entre 10.000 y 12.000 tractores, pero el mercado argentino contempla 6.000; en cosechadoras se tarda más de diez años en desarrollar nuevos productos pero sino tiene volumen, no se puede”. En ese sentido, aclaró: “a veces se pierde la visión de esas cosas”.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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