La caída de la economía

Editorial 27 de febrero de 2021 Por REDACCION
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El informe sobre el desempeño de la actividad económica argentina durante el inédito 2020, marcado a fuego por la pandemia de Covid, terminó con las especulaciones al confirmar el INDEC una caída del 10 por ciento, el peor registro anual desde la megacrisis de 2001-2002, cuando se había derrumbado 10,9 por ciento. De acuerdo el reporte, los sectores vinculados a los servicios fueron los que más sufrieron a lo largo del año. Este indicador es un anticipo del informe sobre la variación del Producto Interno Bruto (PIB) que se difundirá el próximo 23 de marzo.
El Gobierno nacional había dispuesto la primera cuarentena a mediados de marzo, una medida que se prolongó con medidas estrictas prácticamente durante todo abril y parte de mayo. Por eso no sorprendió que las bajas más importantes en el nivel de actividad se hayan registrado en abril y mayo, con mermas de 26,4 y 20,6 por ciento respectivamente. Después la actividad comenzó a desacelerar su caída. En junio el retroceso fue de 12,3 por ciento interanual; en julio de 13,2 y en agosto de 11,6 por ciento. La desaceleración fue mayor en septiembre y octubre, con bajas de 6,9 y 7,4 por ciento, mientras que en noviembre el retroceso disminuyó hasta el 3,7%. Por su parte, en diciembre el estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró una contracción de 2,2 por ciento en la comparación interanual. La actividad en el último mes del año fue 30 por ciento mayor con respecto de abril, aunque la recuperación todavía no se refleja en la estadística interanual.
En diciembre, crecieron de forma interanual seis de los 15 sectores que conformar en el EMAE, cuando en noviembre las mejoras comprendieron a cuatro rubros. Volvió a liderar el crecimiento Intermediación Financiera, con el 11,3% interanual, seguido por Comercio, con 10,7%, con lo que registró el mayor crecimiento desde julio de 2015, destacaron desde el Palacio de Hacienda. La Construcción subió 6,3% interanual, con su primera mejora desde agosto de 2018, al tiempo que la Industria avanzó 4,5%, el máximo crecimiento desde marzo de 2018. Además, entre los nueve sectores que cayeron, cinco desaceleraron la caída respecto a los meses previos.
Dentro de estos últimos se encuentran Hoteles y Restaurantes, con una merma de 47,1% interanual en diciembre frente al 53,1% de noviembre. Para destacar (y lamentar) a raíz del impacto de la pandemia de coronavirus, Hoteles y restaurantes redondearon un 2020 para el olvido al desplomarse un 48,6 por ciento.
Vale profundizar el análisis sobre la actividad turística. Ante el cierre de fronteras y las restricciones a la movilidad y los viajes, tanto el turismo internacional como el turismo interno de prácticamente todos los países del mundo pasaron a tener una actividad nula, remarcó un estudio del IERAL divulgado esta semana. Se paralizaron los vuelos internacionales, en la mayoría de países sucedió lo mismo con los vuelos de cabotaje, las empresas aéreas dejaron de operar y las operaciones de establecimientos de hospedaje, agencias de viajes, ómnibus de larga distancia, entre otras, se restringieron totalmente. Además, hubo un desplome sin precedentes en la demanda.
En 2020, a nivel mundial, el total de llegadas de turistas internacionales fue de 380 millones; en 2019, esta cifra había sido de 1.452 millones. De esta forma, el total de llegadas de turistas internacionales se redujo en 1.072 millones, implicando esto una caída de 74%, advirtió el IERAL. Se estima que las pérdidas monetarias en ingresos por exportaciones turísticas fueron de USD 1,3 billones, cifra 11 veces mayor que las pérdidas sufridas durante la crisis económica global de 2009. Cabe destacar, además, que la caída interanual en las llegadas de turistas internacionales durante la crisis de 2009 había sido solo de 4%. La cantidad de viajeros en 2020 retrocedió más de 25 años.
En tanto, el panorama en el sector turístico argentino es igual de sombrío. El turismo estuvo paralizado completamente desde que el 20 de marzo entrara en vigencia el DNU que implementó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). Durante ocho meses, tanto el turismo internacional como el turismo interno argentino tuvieron una actividad prácticamente nula. En 2020, el turismo receptivo fue de apenas 2,09 millones de personas, reflejando esto una caída de 72% en relación al año previo, dado que en 2019 esta cifra había sido de 7,39 millones. Realizando un análisis similar al efectuado sobre las cifras a nivel mundial, puede afirmarse que, en términos de llegadas de turistas internacionales, en 2020 el turismo argentino ha retrocedido 26 años (en 1994 llegó la misma cantidad de turistas internacionales que en 2020). Por su parte, el turismo emisivo ha sido de 2,84 millones de personas, implicando esto una caída de 69% en relación al 2019. Peores cifras que en el turismo no se consiguen. 

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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