Eliminar la violencia de género

Editorial 29 de noviembre de 2020 Por REDACCION
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En un mundo que proclama la paz pero suele caer en la tentación de hacer la guerra, la violencia es difícil de entender en cualquiera de sus formas. Es cierto que somos imperfectos, que nos equivocamos, que en ocasiones respondemos mal con tono agresivo. No hay excusas ni atenuantes para resignarnos a situaciones que afecten nuestros derechos. Podemos ser una sociedad más justa y mejor, aunque el punto de partida (hoy) no sea el esperado y quede mucho trayecto por recorrer. 
Hasta no hace tantos años, las cosas se hacían de una manera, a veces sin explicación alguna. Se hacían así y punto, no había espacio para la objeción ni el cuestionamiento. Pero las sociedades despiertan, maduran, cambian y ponen en duda reglamentos establecidos, que en ese momento entran en crisis. Estas transformaciones se proponen reconocer derechos, visibilizar sectores postergados y avanzar hacia una organización social más igualitaria con mejor calidad de vida para todos, sin excepción. Algo así como una reparto equitativo de las cosas disponibles para garantizar los derechos básicos, comenzando con el de la vida. 
La semana que termina incluyó una nueva conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que no busca celebrar nada sino continuar impulsando un sistema de protección en defensa de la vida. Nuevamente, ese día -25 de noviembre- promovió la realización de protestas que atravesaron distintos países en el marco de la pandemia de coronavirus y los confinamientos que elevaron las cifras de violencia contras las mujeres.
Las estadísticas de la agencia ONU Mujeres son indignantes, inaceptables: solo el año pasado, 243 millones de mujeres y niñas experimentaron violencia sexual o física de parte de su pareja. Y si bien este 2020 aún no concluyó, distintos informes reflejan el aumento de la violencia doméstica, el ciberacoso, los matrimonios infantiles, el acoso sexual y la violencia sexual. La violencia de los hombres contra las mujeres también es una pandemia, una que es anterior al virus y lo sobrevivirá alertaron desde esa organización.
De acuerdo a estadísticas de la ONU, la violencia contra las mujeres era ya antes de la pandemia una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos, con casi el 18 por ciento de las mujeres y niñas experimentando violencia física o sexual por parte de una pareja o persona cercana.
El papa Francisco pidió una acción global para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El Sumo Pontífice argentino sostuvo desde el Vaticano a través de su cuenta de Twitter que con demasiada frecuencia, las mujeres son ofendidas, maltratadas, violadas y obligadas a prostituirse, por tanto si queremos un mundo mejor, un hogar de paz y no un patio de guerra, todos debemos hacer mucho más por la dignidad de cada mujer.
En la Argentina, la problemática muestra actualmente indicadores de femicidios alarmantes que no pueden bajar a pesar de los avances registrados en los últimos años para crear marcos legales, instituciones oficiales y organizaciones de la sociedad civil para atender a las víctimas. El Registro Nacional de Femicidios de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MUMALA), elaborado a partir de lo difundido en medios gráficos y digitales, contabilizó en el país entre 200 femicidios directos, 23 femicidios vinculados y cuatro trans / travesticidios entre el 1º de enero y el 31 de octubre. Además, detectó 226 intentos de femicidios y 48 muertes en investigación, esperando peritajes y autopsias.
El estudio revela que en el 41 por ciento de los femicidios registrados, el victimario era pareja de la víctima. En el 22 por ciento de los casos era su ex pareja y en el 13 por ciento era un familiar. En tanto, aseveran que el hogar sigue siendo el lugar más inseguro, ya que el 68 por ciento de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima (36%) o la compartida con el agresor (32%).
Los movimientos reformistas que han surgido en la Argentina hay obtenido una serie de conquistas auspiciosas, más allá de que falta mucho todavía. Bajo consignas como #NiUnaMenos y luego AhoraQueSiNosVen se generó una agenda de denuncias y una demanda de equidad efectiva: brecha salarial, economía del cuidado, equidad en la ciencia, en las cooperativas, en los deportes, en los sindicatos, en las universidades, en las empresas y en la Justicia, en definitiva en los estamentos de "poder". De todos modos, como apuntó la diputada nacional Carla Carrizo, falta que la agenda se transforme en políticas que lleguen a las protagonistas. 
Cabe recordar que cada 25 de noviembre se recuerda el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la mujer a partir de una declaración de las Naciones Unidas para concientizar sobre la necesidad de erradicar una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores.




REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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