Nobel de Economía para investigadores que renovaron la teoría de las subastas

Internacionales 13 de octubre de 2020 Por REDACCION
Paul Milgrom y Robert Wilson son dos expertos estadounidenses en subastas cuyo trabajo innovador fue utilizado en particular para la asignación de frecuencias de telecomunicaciones.
BUENOS AIRES, 13 (NA).- Dos investigadores estadounidenses, Paul Milgrom y Robert Wilson, fueron distinguidos por la Academia Sueca como ganadores del Premio Nobel de Economía, por sus investigaciones sobre la teoría de subastas.
Para la Academia, Milgrom y Wilson, de 72 y 83 años, mejoraron la teoría de subastas, una rama de la teoría de juegos utilizada en la asignación de frecuencias de telecomunicaciones, como la 5G. El trabajo de los dos economistas, ambos profesores de la Universidad Stanford, también se ha aplicado a los mecanismos de asignación de las franjas horarias de los aeropuertos.
"No solo clarificaron cómo funcionan las subastas y por qué los compradores se comportan de cierta forma, sino que usaron sus descubrimientos teóricos para inventar formatos completamente nuevos para la venta de bienes y servicios", destacó la Academia.
Según demostró Wilson, los ofertantes racionales tienden a colocar sus ofertas por debajo de su mejor estimación del valor común, ya que les preocupa la maldición del ganador, es decir, pagar demasiado y salir perdiendo.
Milgrom, a su vez, formuló una teoría más general de las subastas que no sólo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de un licitador a otro. Con esto demostró que un formato dará al vendedor un ingreso mayor cuando los pujadores aprendan más sobre los valores estimados de los otros durante el concurso.
Ambos economistas crearon posteriormente nuevos formatos para licitar de forma simultánea objetos más complejos, pensando en un vendedor motivado más por el beneficio social que por el beneficio máximo. El éxito obtenido ocasionó que muchos países, entre los que el Comité Nobel citó a India, Canadá, Noruega, Polonia, España, Reino Unido, Suecia y Alemania, utilizaran el método.
"Los laureados de este año en Ciencias Económicas comenzaron con la teoría fundamental y luego utilizaron sus resultados en aplicaciones prácticas, que se han extendido a nivel mundial. Sus descubrimientos son de gran beneficio para la sociedad", resaltó Peter Fredriksson, presidente del Comité del Premio. Desde la venta de electricidad hasta la publicidad online, y con el objetivo de asignar los activos de la mejor manera para la economía, "las subastas son extremadamente importantes, estos nuevos formatos están al servicio de la sociedad en todo el mundo", dijo  Fredriksson.
Ambos investigadores usaron sus teorías para crear un nuevo modelo de subasta que fue llevado a la práctica por las autoridades estadounidenses en 1994 para vender frecuencias de radio a los operadores de telecomunicaciones, y que son aplicadas por los gobiernos de todo el mundo en el actual despliegue de las redes 5G. En conversación telefónica con los periodistas en Estocolmo, Wilson dijo que el anuncio había sido "una noticia muy feliz", admitiendo que a pesar de su investigación nunca había "participado en una subasta".
Paul Milgrom se licenció en Matemáticas en la Universidad de Michigan y se especializó en Estadística en la de Stanford, donde se doctoró en Economía.
Robert B. Wilson, en tanto, se licenció en Matemáticas en la Universidad de Harvard, donde se doctoró en 1963, para incorporarse años después a la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford, donde desarrolló su carrera.
Previamente a recibir el Nobel, ambos economistas norteamericanos habían sido galardonados en España con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Economía, otorgado por la entidad financiera hispana.
El Nobel de Economía, de 10 millones de coronas suecas (US$ 1,14 millón) no forma parte del legado de Alfred Nobel, ya que fue establecido en 1968 por el Riksbanken, el banco central sueco. El premio se instituyó al celebrarse el 300° aniversario de la entidad y fue concedido por primera vez en 1969, al noruego Ragnar Frisch y al neerlandés Jan Tinbergen. El Nobel de Economía, ganado previamente por figuras como Paul Krugman y Milton Friedman, es el último de los seis premios en 2020.
En 2019, el premio se concedió a un trío de investigadores especializados en la lucha contra la pobreza, los estadounidenses Abhijit Banerjee y Michael Kremer y la franco-estadounidense Esther Duflo, la segunda mujer distinguida en la disciplina y la ganadora más joven en la historia del premio.
Todos los premiados, que comparten poco más de un millón de euros por cada disciplina, recibirán este año su reconocimiento en su país de residencia, debido a la pandemia de coronavirus.

AÑO FEMENINO
En los últimos 20 años, tres cuartas partes de los ganadores del premio de economía fueron estadounidenses mayores de 55 años, como este año. La edad media de los ganadores también supera los 65 años, la más alta de los seis premios Nobel.
Aunque es la recompensa más prestigiosa para un investigador en economía, el premio no ha adquirido la misma categoría que las disciplinas elegidas por Alfred Nobel en su testamento fundacional (medicina, física, química, paz y literatura). Sus críticos lo llaman "falso Nobel" y aseguran que representa en exceso a economistas ortodoxos y liberales.
El Nobel de Economía cierra un año marcado el viernes por el premio de la paz otorgado al Programa Mundial de Alimentos, la agencia de la ONU que lucha contra el hambre. El jueves, la poetisa estadounidense Louise Glück recibió el premio de literatura. Además de la estadounidense Andrea Ghez, coganadora del Nobel de Física el martes, dos mujeres, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, se convirtieron en el primer dúo femenino en ganar un Nobel científico, el de química.
Con cuatro ganadoras femeninas, la temporada 2020 fue más femenina de lo habitual, aunque no iguala el récord de cinco en 2009.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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