Vínculos a los que se extraña

Carta de Lectores 15 de julio de 2020 Por REDACCION
Leer mas ...

Y si nos dejaran???
Cuánto hemos perdido!!!
Perdimos caricias, miradas, palabras, cada día sin saber de nosotros, cada minuto en que no pensamos en nuestro núcleo. Ese núcleo por el que compartimos una niñez, por el que tenemos colores comunes, pigmentos, sangre, gustos, una música que nos hace saltar cada molécula y que no hace falta ir y atravesar nubes, cielo y mar para escucharla y hacerla nuestra. Porque es nuestra. Porque nuestro pasado es nuestro.
Aunque nuestro hoy no nos represente. Al menos así, como núcleo único. Con esos mismos pigmentos, con esa mirada parecida y tan distinta... que nos llevó y nos destacó y nos dejó de mirar. Porque un día ya no nos miramos.
Y las distancias son iguales. Desde una casa a la otra, y desde esa otra a la primera. Pero dejamos de mirarnos. Y de tenernos, de pensarnos, de sabernos cercanos para creernos extraños.
Y si nos dejaran??
Y si pudiéramos por un segundo volver?. Volver a una mesa, volver a una conversación, a un ocuparse de saber, simplemente saber del otro, que no es otro cualquiera, es sangre, otra vez, es pigmento, es color de piel y de alma, es elección para compartir un poco o todo.
Y si se pudiera? Reunir segundos, minutos, alguna hora, volver a una mesa, de domingo o lunes, no importa, una mesa con las risas, las palabras fuertes, las miradas de ojos pardos, de patios grandes, de olores ricos. Todo único e inolvidable aunque hayan dañado hasta esa mesa.
Y si nos animamos?. Si enfrentamos la inercia de esperar, siempre esperar, y nos adelantamos a esa espera con la decisión? De estar, de querer estar entre los nuestros, de volver a ser niños, a estar Juntos, a compartir vínculos. Vínculos...el secreto para vivir mejor. El único remedio para el alma. Los vínculos que nos quitan por soberbia, por nivel inexistente, por falta de empatía. De amor.
Vínculos de sangre. De amistad. De hermandad.
Y si nos animamos? Aunque no nos dejen.. basta ya de prohibiciones, de barreras y paredones que separan familias, amigos...que separan a los Sentimientos en su esencia mas pura, a las personas que nos hacen falta para caminar día a día. Además de las que tenemos más cerca, están aquellas que perdimos despacito, y por las que no hicimos nada por no soltar del todo.
Y Si nos dejan? Volver, volver a mirarnos como lo que somos. Hermanos, amigos, personas. Que en algún momento nos miramos como tales, y que ahora no nos reconocemos. El esfuerzo vale la pena.
Y a los que no nos dejan, apartarlos suavemente. Mostrándoles que no hay una sola verdad, un lado negro y otro blanco. Están los benditos grises que nos mantienen en pie, y logran una balanza salvadora. Esos grises que podemos colorear animándonos a querer, simplemente. Con todos los matices del amor que sean posibles. Hermanos, amigos, vínculos..
Y si nos animamos a buscar una mesa...llenarla de recuerdos, retornar a ella las risas de otros tiempos, pero por siempre nuestras, los rostros de los que estamos y de los otros también. Las distancias de las casas son las mismas, de ida y vuelta, no son excusas para no alimentar las relaciones.
Si pudiéramos... solo si pudiéramos alcanzaríamos la suprema sabiduría de conocer el calor de la cercanía con los otros, esos que nos fueron quedando casi sin saber por qué, pero que están todavía en este sendero maravilloso.
Si nos quitásemos esas tapas que llevamos sin ver a los costados de los ojos, que, justamente, nos impiden distinguirnos hasta en una simple sombra, una silueta amable del ayer. Esa que alguien, quizás, se encargó de sacarnos, pero nunca de nuestra memoria y de algún pedacito de sentimiento que nos quede, que se haya salvado de la destrucción. Y si se nos diera por pegar ese salto al sentimiento, valientes y seguros de caer bien parados, por fin, en donde siempre estuvimos aunque nos hayan sacado, aunque nos hayamos ido.
Y si nos dejan?. Y si ya no dejamos que nos impongan el odio, el rencor, el creerse superior, el creerse... si somos simplemente siempre los mismos en el tiempo que nos toca y que pasa tan rápido que cuando queramos volver, no tendremos más tiempo.
Si nos atreviéramos a mirarnos vivos, para no tener que mirarnos sin ojos, sin manos, sin caricias, sin nada. Sin valor. Cuando nada ya valga, y cuando ya todo se pierda. Si nos animásemos a encontrar esa mesa a tiempo... hermanos, amigos, vínculos a los que se extraña.

STELLA MARIS LISI de DIAZ
DNI 12585832 

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
Seguinos en Facebook y Twitter

Boletín de noticias