Editorial

La Palabra 23 de mayo de 2020 Por Raúl Vigini
Siempre la infancia

Porque es el recuerdo que aflora en cada momento importante de nuestras vidas. Sean los más o los menos felices. Pero quedan instalados para siempre. Son los que nos exigen las comparaciones, que no siempre son odiosas como dice el refrán. Esos y aquellos lugares comunes de nuestras etapas vividas vuelven a repetirse con significados parecidos, reiteran aromas, sabores y colores, representan escenas cotidianas, entrenan la memoria, ofrecen momentos insustituibles, provocan todo lo posible lo inolvidable. Nuestra entrevistada lo relata -como no podía ser de otra manera-de la forma más sincera. Porque la historia oral fue su cuna para lo que después significó la elección de su desarrollo personal y profesional. No tuvo que reclamarle a nadie el consabido: Me lo hubieras dicho. Porque se lo dijeron siempre. Casi nada.      

Raúl Alberto Vigini

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