En busca de… Emmanuel Calderón, director de Urraka

La Palabra 08 de junio de 2019 Por Raúl Vigini
Lo posible del arte Con la premisa del trabajo grupal, se reúnen artistas de procedencias variadas para darle forma a un proyecto cultural de original factura donde convergen aportes personales que logran un formato diferente. Surgen recursos desde la actuación teatral, se suma la música con instrumentos producidos con materiales reciclados, hay lugar para la danza y todo se cierra con el humor, así, el eclecticismo es una definición de lo que ofrecen en escena.
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archivo Urraka Compañía multidisciplinaria: Así se define el grupo Urraka

LP - ¿Cómo se les ocurre Urraka?

E.C. - Urraka nace en dos mil ocho, nosotros teníamos un centro cultural en San Fernando, provincia de Buenos Aires, donde ahí empezamos a desarrollar una especie de trabajo en conjunto. Cada uno venía de distintos lados artísticos. Y empezamos a trabajar en diferentes disciplinas como el arte plástico, la literatura, la música, el teatro, la danza, todos juntos y decidimos empezar a crear algo más allá de lo que traía cada uno porque formábamos talleres y en ese esquema intentamos todos juntos para ver qué podíamos crear. Y Urraka nace de ahí, de la combinación de muchas disciplinas que la fusionamos y es lo que tratamos de mostrar arriba del escenario.

LP - ¿Qué traía cada uno de ustedes en ese momento?

E.M. - Y en ese momento cada uno venía de ramas distintas. Había chicos que venían más del lado de la danza, más del lado de artistas plásticos, de la música, del teatro, y lo que empezó a pasar es que cada uno empezó a investigar ramas que no conocían, como la gente que venía más del teatro empezó a acercarse a la música, o al arte plástico, y empezamos a tratar de fusionar esos mundos y a tratar de que convivan con un hecho artístico. La idea nuestra no era como un varieté de cosas, como sucede en el arte cuando fusionás distintas ramas y hacés como un pastiche de cosas que no terminan amalgamando a la combinación de esas artes, sino que es como una muestra de distintas cosas. Lo que queríamos es que esto tuviera una identidad y que tuviera un lenguaje, y que tuviera una forma de fusionarse, entonces creo que con Urraka tiene esa particularidad. Que por ahí vas a ver el espectáculo y no sabés bien si es teatro, es música, es danza. Nos pasa mucho, que no lo pueden encasillar, y nos preguntan ¿pero… qué es? Nos cuesta mucho en diferentes convocatorias porque para el teatro es música, y para la música es teatro, entonces es como que no pueden encasillarnos y creo que es por eso mismo, por el lenguaje que articulamos nosotros y que es que tratamos de combinar esos géneros y que no esté definido. Actualmente lo integramos Agustín Alfonso, Emmanuel Calderón, Cristian De Castro, Roberto González, Juan Gudiño, Mariana Mariñelarena, Lucas Rivarola y Pedro Rodríguez.

LP - ¿Y de esa convocatoria original que los traía de distintos lugares cuánto pasó para que se conformaran como una embajada artística como lo son ahora?

E.C. - Nos llevó bastante tiempo. Sobre todo, abrir la escucha, no cerrarnos a nuestras posibilidades, o sea a lo que traía cada uno, y creo que inclusive te diría que eso va cambiando. Todavía está en transformación constante porque es un tipo de lenguaje que, si bien nosotros ya tiene definida una manera de ser, va mutando, porque nos vamos encontrando nosotros mismos, porque vamos cambiando, porque vamos investigando distintas cosas, entonces alguien dice que está investigando tal ritmo y otro dice algo sobre un estilo de danza y eso va realmente cambiando todo el tiempo. Creo que todavía sigue el cambio.

LP - ¿Y suponés que alguna vez se va a detener ese cambio?

E.C. - Y ahí llegará un límite, por ahora lo veo con vida. Es verdad, esperemos que no pase nunca. Supongo que el día que pase eso nos aburriremos de hacerlo y terminará el proyecto, pero por ahora es un camino que está bueno en ese sentido, que tiene mucho hilo por cortar todavía.

LP - ¿Cómo arman el espectáculo? ¿Se puede hablar de un repertorio?

E.C. - Urraka tiene diez años, y a lo largo de esta década ha cambiado mucho la forma en la creación de los espectáculos. Este último espectáculo en particular que es Opera prima, es la primera creación colectiva del grupo realmente desde la raíz, desde la composición de los temas, hasta la historia que se desarrolla, de alguna forma nosotros nos fuimos armando el cuentito entre nosotros convenciéndonos, trayendo ideas, si esto va por acá o por allá. Si bien hay direcciones, el grupo tiene tres directores musicales que son los que llevan adelante esa parte del espectáculo, y hay un director general que soy yo que más o menos ordeno y organizo las estructuras. Pero realmente creo que Urraka funciona porque cada uno tiene la posibilidad de proponer y que eso que propone no esté enamorado de eso, sino que esté permeable para que otro lo modifique. Porque muchas veces uno va con una idea y si hay una modificación en el medio porque a otro le parece que puede ir por otro lado, muchas veces nos estancamos porque el que lo trajo no quiere que se modifique. Ahí hay trabas, pero cuando lográs soltar eso, se crea algo propio que está muy bueno porque no está limitado por tu desarrollo de la idea, sino que se va fusionando ahí.  A veces se propone desde la música y a veces se propone desde la escena. A veces decimos: bueno, vamos a plantear una pelea y los chicos la musicalizan. O se plantea un ritmo musical, y la música te propone una imagen y trabajamos a partir de ella.

LP - La posibilidad de trabajar en equipo supone viéndolo de afuera también terapia colectiva…

E.C. - (risas) Sí. Es que en realidad creo que es parte del trabajo con otro y es que en algún punto tenés que convivir. Primero con el ego de todos, ya que los artistas tenemos un ego bastante grande y tenés que estar en lucha con eso. Y después lo que a nosotros nos mantiene adelante es que priorizamos lo que genera el grupo artísticamente. Entonces a ese nivel no hay lugar para el ego de cada uno y que tengamos que luchar con eso. Lo que genera el grupo para afuera y lo que genera artísticamente es lo que nos motiva a nosotros a pensar lo que sea lo mejor para el grupo, lo mejor para la escena. Después, internas tenemos como todos los grupos y hemos pasado por distintas situaciones, hemos tenido gente que se fue del grupo. Y el debate. Nos matamos en los ensayos. Si lo ves de afuera decís estos pibes están locos, están debatiendo por la historia del espectáculo, se lo toman muy pasional.

LP - Pero es necesario para sostenerlo…

E.C. - Lo interesante que ha sucedido últimamente es que hemos podido utilizar cosas que nos han pasado a nosotros internamente como grupo, para canalizarlo en un espectáculo. Entonces mucho de lo que pasa en este último espectáculo tiene que ver con la historia el grupo, de hecho, el nombre. Se llama Opera prima y en realidad es el tercer espectáculo del grupo, pero bueno, para nosotros es la primera vez que desarrollamos una manera de componer diferente.

LP - ¿Qué te gustaría ver como logro en Urraka?

E.C. - Una de las cosas que tuve fue crear un espectáculo todos juntos sin matarnos. Algo que me gustaría también es tratar de fusionar distintos lenguajes musicales con otros artistas, eso me parece interesante. Trabajar con alguna orquesta clásica. En Rafaela estuvimos trabajando con chicos en el festival e hicimos un desarrollo con ellos y me pareció que era un lenguaje interesante. Es ponerle movimiento a la música y a los sonidos. Y ése es el objetivo de Urraka.

por Raúl Vigini

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