Chany, una luz que se apagó antes de tiempo

ANUARIO 2014 31 de diciembre de 2014 Por REDACCION
Silvana Chany Fontanetto, reconocida periodista de Rafaela que a fines del 2013 asumió como concejal, murió el 2 de noviembre a los 43 años. Un dolor muy grande.
A pesar de su juventud, con apenas 43 años Chany no pudo soportar más y se despidió justo el Día de los Santos Difuntos, el pasado 2 de noviembre cuando estaba internada en un centro médico de la ciudad de Córdoba. Era de profesión periodista, una función que le permitió ganar popularidad, muchos amigos y conocer los rincones de nuestra ciudad. 
Chany, que según su documento era Silvana Fontanetto, hizo radio, escribió en medios gráficos pero especialmente su figura está asociada a la pantalla del Canal local de Cablevisión y en particular al noticiero. El periodismo fue la pasión de su vida que fue signada por los problemas de salud. Primero por un cáncer que la hizo renegar mucho tiempo, y en los últimos años por un corazón que maltrecho no quería o no podía funcionar como debía. 
De todos modos, Chany se las ingenió para tener su familia y ser mamá de Lorenzo. Y en algún momento del año pasado aceptó, como en otras ocasiones había rechazado, el ofrecimiento para ingresar a la escena política local. Y se despidió de sus compañeros en el canal y de los amigos que la observaban alrededor de la mesa de sus hogares en cada mediodía. 
Así comenzó la campaña como primera candidata a concejal de la lista oficialista, es decir del espacio que tiene como referentes al diputado nacional, Omar Perotti y al intendente, Luis Castellano, entre otros. A pesar de sus limitaciones por una salud resquebrajada, se entregó con todo lo que podía para estar en los barrios y dialogar con los vecinos, pero ya sin el micrófono y la cámara de por medio. 
Una muy buena elección le permitió conquistar una banca en el Concejo Municipal, pero a pesar de su férrea voluntad nunca pudo estar plenamente dedicada a la función pública porque su corazón no podía seguirle el ritmo. Y más allá de que debía resignarse a un cóctel de remedios para preservar su salud, no pudo evitar internaciones en Rosario y en Rafaela que marcaron los últimos meses. Hasta que fue derivada a Córdoba donde a pesar de su intensa lucha no pudo soportar más. 
Su ausencia se convirtió en dolor de su familia y de tantos amigos que hizo como profesional de los medios y también en política pese a que su trayecto por la campaña y el Concejo apenas superó el año. En el velatorio se pudo apreciar cariño, el afecto y el respeto que había logrado entre la gente. 
Días después de su muerte, el intendente Castellano rescató su legado que resumió en "un fuerte amor y gran compromiso con nuestra ciudad" a la vez que destacó su "frontalidad positiva para mejorar la gestión a partir de la crítica constructiva". 
"Compartir con ella me dejó una enseñanza muy grande, su incorporación le dio un aire fresco al proyecto porque era frontal y hasta dura al evaluar los distintos asuntos. Y eso es siempre bueno, porque la crítica constructiva es un aporte positivo. No quería quedar bien con uno o con otro. Decía lo que sentía. Y si lo tomás bien, siempre ayuda a madurar", remarcó. "El gran desafío para nosotros será mantener esa llama encendida", concluyó Castellano.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
Seguinos en Facebook y Twitter

Boletín de noticias