Se la gastaron toda “chingüergüenchas”

Por Guillermo Briggiler

Tanto el gobierno anterior como este se gastaron todas las reservas del Banco Central y cuando estas se terminaron pasaron a endeudarse para seguir gastando mientras se pudo. Hoy estamos en medio de un ajuste marca cañón. Ajuste que tenés que hacerlo vos. A continuación, cómo llegamos a esta situación y cómo enfrentar la coyuntura. Actores por orden de aparición en escena:

Cuando Cristina asume el poder, poseía importantes reservas generadas durante el gobierno anterior (de Néstor) por la vía del superávit “gemelo”. Nos referimos al superávit fiscal, más ingresos vía impuestos que gastos del Estado y al superávit comercial, ingresos mayores de divisas por exportaciones que los egresos por importaciones. Pero durante su gobierno estos superávit gemelos desaparecieron, tanto por cuestiones internas, se gastó a troche y moche, como del contexto internacional, baja del valor de las materias primas que comercializamos. Llegando al final de su mandato con las reservas en cero. El modelo económico era un modelo de gasto, ampliando subsidios, planes sociales y con la energía valiendo al público el 10% del costo de producirla. Financiando este gasto principalmente a través de la inflación. Recordemos también que teníamos tasa de interés para préstamos que estaban por debajo de la inflación, llevando al aumento del consumo en detrimento del ahorro.

Con la asunción de Macri en diciembre de 2015, el gasto no se detuvo, siendo financiado ahora, vía endeudamiento principalmente externo. Esto duró dos años hasta 2018 cuando por cuestiones externas, como la guerra comercial entre China y EE. UU, el Brexit y suba de las tasas internacionales, se terminó el financiamiento del exterior y los fondos se fueron hacia otras latitudes buscando refugio en mercados más seguros. Como primer consecuencia tuvimos una devaluación de la moneda, lo que quiere decir, que todos los que ganamos y comerciamos en pesos, pasamos a tener menores riquezas en relación con los otros países. Además se ajustaron las tarifas llevándola a valores más reales y más acordes a los costos de generarla. Se crearon nuevos impuestos, como las retenciones al comercio exterior que se habían quitado y el inútil impuesto a la renta financiera. Y frente a la falta de fuentes de financiamiento privadas se recurrió al Fondo Monetario. Pasando de un modelo de gasto a un modelo de ajuste.

Como decíamos al inicio, hablar de ajuste del gasto público, es hablar de que se pagan más impuestos, que hay menos subsidios en las tarifas, que perdemos poder adquisitivo, que habrá menores planes sociales y que las jubilaciones aumentarán por debajo de la inflación. Todo esto implica menor consumo, en otro enfoque los productos de tu comercio o de tu lavadero, transporte o tu pyme, serán menos demandados.

La solución que te proponemos es la de nuestros abuelos, es trabajo y estrategia. Si el dinero no alcanza, o consumís tus reservas, o pagás las exorbitantes tasas de interés o aumentás tus ingresos. Antes gastábamos a cuenta, ahora trabajamos y producimos, hay que multiplicar las fuentes de ingresos y hay que usar la creatividad para mejorar las actuales. Repetimos, estrategia y más horas de trabajo, si creés que cambiando el gobierno vas a solucionar tus problemas mágicamente, te estás dejando engañar por quien está haciendo su propio negocio con estrategia y trabajo.

@ElcontadorB @GuilleBriggiler