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Suplemento Economía Viernes 6 de Septiembre de 2024

Los legisladores deben aprender finanzas

Cuando los legisladores aprueban leyes que implican el aumento del gasto público, deberían también resolver cuál sería la fuente de financiamiento de las mismas. Los casos de la movilidad jubilatoria y del presupuesto universitario.

Agrandar imagen CONGRESO. A veces los políticos aprueban proyectos "políticamente correctos" que generan un mayor gasto al Estado, pero no resuelven de dónde sacar los fondos para financiarlas.
CONGRESO. A veces los políticos aprueban proyectos "políticamente correctos" que generan un mayor gasto al Estado, pero no resuelven de dónde sacar los fondos para financiarlas. Crédito: FOTO X@DiputadosAR

Por Guillermo Briggiler

Recientemente se ha discutido, se ha perdido tiempo y se han sancionado leyes que bajo su piel de cordero esconden al lobo. Lo que buscan, muchos legisladores nacionales, es obligar al Poder Ejecutivo Nacional a gastar por arriba de la recaudación impositiva, intentando destruir el plan económico que consiste en tener cuadrado los gastos del Estado con los ingresos que este percibe.

Nos centraremos en dos leyes, pero hay más. Una de ellas es la de movilidad jubilatoria, que fue vetada por el Poder Ejecutivo y la segunda es la de presupuesto universitario, ya con media sanción de la Cámara de Diputados. Ambas son de temáticas que atraen pues nadie se opone a que los jubilados ganen más o que las universidades tengan mayor presupuesto para mejorar su performance educativa, pero la pregunta es ¿de dónde salen los fondos para financiar esas erogaciones?

Los mismos legisladores que ordenan el gasto deberían organizar el recurso. Sino, es lo mismo que conversar en la mesa familiar a donde nos gustaría ir de vacaciones, sin ponernos de acuerdo en el ahorro a realizar para financiar el viaje o qué ingreso extra generar para enfrentar el gasto.

Por eso decimos que los legisladores deben aprender a legislar, deben aprender finanzas, sino fácilmente descubriremos que muchos de ellos solo están haciendo política y buscan que el Ejecutivo pague un costo político, en lugar de perseguir el crecimiento económico de los ciudadanos del país.

Uno de los principales puntos del Pacto de Mayo -firmado el 9 de Julio en Tucumán por el Presidente y una veintena de gobernadores, entre ellos el de Santa Fe- fue justamente ese, mantener el superávit fiscal, no incurrir en déficit. Para tener un panorama, actualmente la recaudación impositiva ronda el 25% del PBI, en tanto que durante el gobierno anterior se incurría en un déficit fiscal del 45% de este, por lo que la diferencia se cubría con deuda y emisión; de ahí la inflación desbocada y la pérdida del poder adquisitivo de jubilaciones, planes y salarios.

Hoy, luego de 8 meses de superávit fiscal, el gasto ya se logró bajar al 35% del PBI. Para alcanzar el 25% y cuadrarlo con los ingresos se reducirán, aun más, los subsidios a los servicios públicos, que en su mayoría se distribuyen tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el Conurbano bonaerense.

Una vez logrado el objetivo anterior, se seguirá con la reducción de impuestos, imprescindible para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Hace unos días que está circulando un video viral en redes sobre la diferencia del valor de un par de zapatillas en Argentina, comparado con otros lugares del mundo, concluyendo que acá cuestan el doble. La conclusión es aplicable también a otros productos, en especial prendas de vestir.

¿Dónde está la diferencia del precio? Justamente en los impuestos. Los otros países de la región no tienen Impuestos a los Débitos y Créditos Bancarios, no tienen Impuesto País, y además poseen tasas menores en IVA e Ingresos Brutos. La conducción económica ya disminuyó la alícuota del impuesto País -en este mes de septiembre que recién arranca pasó del 17,5% al 7,5% para importaciones y pago de fletes desde el exterior- y a la vez reglamentó que la hace desaparecer a fin de año.

Asimismo, el Ministerio de Economía adelantó que seguirá con el Impuesto a Débitos y Créditos y si continúa logrando superávit fiscal, continuará con la disminución de las otras alícuotas de impuestos, entre las que se encuentran también las retenciones a las exportaciones agropecuarias.

Muchos gritan que el dólar está atrasado y piden devaluación. Cuando hacen esto están pidiendo que se empobrezcan a jubilados, asalariados y beneficiarios de planes sociales. Lo que se debe hacer es poder reducir impuestos para que seamos más competitivos y además mejore nuestra capacidad de compra por menos carga impositiva de un Estado históricamente esquilador.

Como ciudadanos debemos observar los movimientos políticos de nuestros legisladores porque, al fin y al cabo, los elegimos nosotros y cada dos años volvemos a tener ese poder. Debemos exigirles que dicten leyes para el crecimiento del país y no solo para sus conveniencias políticas. No solo porque perciben ingresos superiores a la media de los argentinos, sino porque es un cargo de gran honor ser legislador de la Nación Argentina.

Debemos pedirles también, que igual que en sus economías familiares donde no gastan más allá de sus ingresos, en la economía del país no ordenen al Ejecutivo gastar más de los ingresos que posee. Por tanto, les pedimos que estudien finanzas básicas.

#BuenaSaludFinanciera

@ElcontadorB

@GuilleBriggiler

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