Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Suplemento Economía Viernes 30 de Agosto de 2024

Hattemer y Muriel Revestimientos festeja 40 años de actividad comercial

En 1984, dos amigos acordaron dedicarse a la colocación de revestimientos de machimbre de madera y corlok. En este mes de agosto que termina, la empresa que crearon Jorge Muriel y Oscar Hattemer celebra su 40° aniversario.

Agrandar imagen RECUERDO. Los fundadores de Hattemer y Muriel, empresa que ahora cumplió 40 años.
RECUERDO. Los fundadores de Hattemer y Muriel, empresa que ahora cumplió 40 años. Crédito: FOTO HYM

Una historia de dos amigos que comenzó en un lejano 1984 cumplió su 40° aniversario durante este mes de agosto. Aquella pequeña sociedad comercial creció con el paso de los años y se consolidó como una empresa tradicional en el rubro de la decoración y los revestimientos de Rafaela y una amplia región. Con una fórmula basada en el compromiso, esfuerzo y dedicación, Hattemer y Muriel Revestimientos celebró este mes sus 40 años de actividad.

En su portal, la empresa informa que se dedica "a la venta, colocación y asesoramiento en el rubro de la decoración" y que cuenta "con un amplio local, un equipo de trabajo con gran capacidad y experiencia, sumado productos de primera calidad de grandes marcas y a una variada clientela que nos confía sus espacios para convertirlos en propios".

"Esta es una historia de amigos que arrancó en 1983 y se extiende hasta la actualidad", afirma Jorge Muriel uno de los fundadores junto a Oscar Hattemer y su esposa, Patricia Boggio. "En aquel tiempo era el auge de los revestimientos. Decidimos trabajar juntos para tomar obras más importantes", dice. La incipiente sociedad debió sortear un obstáculo inesperado en su primer desafío juntos. "Hicimos un cielorraso, el primer de este tipo, en la sucursal del Banco Interior de Buenos Aires, frente al Correo Argentino en la esquina de 25 de Mayo y Moreno. Nos había contratado una constructora de la ciudad de Santa Fe. Terminamos todo y quedó una obra impresionante. Con eso arrancamos, estábamos muy conformes. Sin embargo, la empresa que nos contrató y nunca pudimos cobrar", recuerda.

Más allá de que comenzaron "con el pie izquierdo" en la cobranza, la obra había sido un éxito por lo que los jóvenes Jorge y Carlos decidieron avanzar para constituir una sociedad formal. "El 6 de agosto de 1984 quedó registrado como el inicio de la empresa. Nuestro primer local fue en calle Suipacha al 628, en la casa de Oscar, pero ya en 1985 compramos un inmueble de calle Paraná al 120 donde montamos el negocio", agrega.

Más allá de las peripecias de la economía argentina, como la hiperinflación de finales de la década del 80 y comienzos de los años 90, Hattemer y Muriel se consolidó paso a paso en el paisaje comercial de Rafaela. "El año 84 cuando arrancamos no era un buen momento del país, pero salimos adelante, como siempre, con el apoyo de la familia y del personal", destaca Jorge.

En una primera etapa, los trabajos más populares se focalizaban en la colocación de cielorrasos y revestimientos de machimbre. "El corlok también era uno de los productos de moda, podría decirse que era la vedette del revestimiento. En aquel momento colocábamos muchísima cantidad de hojas de corlok en Rafaela y en otras ciudades y provincias", cuenta. "Ahora todo cambió. Hoy la decoración se inclina por el empapelado, las alfombras y los cortinados, pero en aquel momento los caballitos de batalla eran los revestimientos de madera y de corlok", compara.

Y así, en el año 2.000, la sociedad redobló la apuesta al comprar el inmueble de la esquina de Paraná y Moreno. "Fue una muy buena decisión. Hoy, en 2024, estamos convencidos de que no podríamos haber perdurado sin el acompañamiento de nuestras familias y de todos los colaboradores, también de los proveedores y fundamentalmente de nuestros clientes, quien siempre confiaron en nosotros", subraya.

De todos modos, Jorge admite que el 40° aniversario de Hattemer y Muriel Revestimientos le genera "sensaciones encontradas". "Estamos cumpliendo 40 años, lo cual es muy bueno, pero que no estén ni Oscar ni Patricia para celebrar es duro porque ellos fueron protagonistas de esta empresa, es un momento de sensaciones encontradas", reflexiona (Oscar falleció en 2012 y Patricia en 2021).

La empresa no solo se fortaleció como una opción en la ciudad en el rubro decoración sino que se expandió en el territorio de una gran región. "Rafaela nos permitió crecer al punto de tener la capacidad de ampliarnos en toda la región, en varias provincias. Es el resultado, o es el premio, a una forma de hacer las cosas", agregó.

"Hoy el negocio de la decoración y los revestimientos está mucho más atomizado, hay mayor competencia en un tiempo donde también crecieron las redes sociales, el e-commerce que permite el desarrollo de la tecnología. En nuestro caso, todavía tenemos una ventaja que es la instalación de los productos y demás, que depende mucho de la experiencia, del saber hacer. Nosotros tenemos 40 años de vida empresarial y un personal con mucha experiencia que nos da un plus en la calidad de servicio. La trayectoria y el reconocimiento que logramos es un valor agregado muy valioso", considera Jorge.

En este escenario, Hattemer y Muriel abrió su vidriera en internet. "Tenemos nuestra página web, tenemos una activa participación en las redes, es una nueva forma de comercializar, por eso tenemos un sistema de venta online", detalla Jorge. Y la otra es el moderno local de la esquina de Paraná y Moreno, donde los clientes pueden encontrar cielorrasos, cortinas, alfombras, revestimientos, tabiques, pisos y toldos entre tantos otros productos.

"En este negocio hay que estar continuamente innovando. La tecnología aporta nuevos desarrollos, nuevos materiales al mercado en forma permanente. Antes nosotros íbamos a la casa de los clientes con los muestrarios y con revistas de decoración para mostrar las tendencias, las opciones y ayudar a elegir. En cambio, hoy día los clientes ya vienen con una idea concreta de lo que quieren porque investigaron con tantas opciones que da internet, incluyendo nuestra propia página web", reflexiona en el final del diálogo con LA OPINIÓN.

En este 40° aniversario, Jorge eligió cerrar su mensaje con un agradecimiento generalizado. "A la familia, a los clientes, a los proveedores y a nuestros empleados, a los de ahora y a los que pasaron antes, a todos gracias", concluyó.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa
Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso