BUENOS AIRES, 16 (NA). - El presidente norteamericano Donald Trump firmó ayer un acuerdo con China con el fin de aumentar exportaciones de agricultores e industrias de Estados Unidos y reducir las tensiones en una larga disputa comercial entre ambas potencias.
Durante una ceremonia de firmas en la Casa Blanca, el Presidente dijo que el acuerdo está "corrigiendo los errores del pasado".
El mandatario estadounidense consideró que "es una forma de hacer justicia económica para los trabajadores estadounidenses" y agregó que "se trata de un "cambio radical en el comercio internacional".
El acuerdo fue descripto como la "fase uno" de una negociación más amplia centrada en las tensiones de la relación comercial bilateral.
En una carta dirigida a Trump y leída por el ministro Liu He, el principal negociador de Beijing, el líder chino Xi Jinping expresó que concluir la primera fase del acuerdo comercial era "bueno para China, para Estados Unidos y para todo el mundo".
La "fase uno" del acuerdo podría hacer poco para obligar a China a hacer cambios económicos importantes, como la reducción de subsidios a sus propias compañías, algo en lo que el gobierno de Trump se enfocó cuando comenzó la guerra comercial, al imponer aranceles a las importaciones de productos chinos en julio de 2018.
La ceremonia de la Casa Blanca permitió que Trump anunciara el avance de una de sus prioridades económicas el mismo día en que la Cámara de Representantes se preparaba para enviar los cargos de juicio político al Senado.
"Nuestros esfuerzos han logrado un acuerdo transformador que traerá beneficios para ambos países", dijo Trump.
Sostuvo que "mantener a estas dos gigantes y poderosas naciones juntas y en armonía es muy importante para el mundo".
El objetivo del acuerdo es suavizar algunas de las sanciones económicas de Estados Unidos contra China y que Beijing aumente las compras de productos agrícolas y otros bienes estadounidenses.
Trump puso como ejemplos la carne de res, cerdo, aves, mariscos, arroz y productos lácteos.
Se espera que los temas más complicados del acuerdo se aborden en futuras rondas de negociaciones.
Se desconoce cuándo empezarán esas conversaciones y pocos analistas esperan que haya un avance importante antes de noviembre, cuando se realicen las elecciones presidenciales de Estados Unidos.