Por Redacción
Por Guillermo
Malisani
(Especial para NA)
Alejados los fantasmas que presagiaban un default
para el 15D, la Argentina finalmente efectivizó el pago de 3.520
millones de dólares y, más allá de que deberá continuar la
negociación con los fondos buitre, tendrá un escenario financiero
más despejado de cara al 2013.
Si bien para el año próximo el volumen total de vencimientos
también es elevado porque llega a 13 mil millones de dólares,
menos de la mitad, 4.550 millones, está en manos de privados y
otros 2.000 millones corresponden a organismos multilaterales.
El resto de la deuda corresponde a organismos públicos como
el Banco Central y ANSeS, por lo que es un hecho la
refinanciación, al igual que con las entidades internacionales.
En los últimos años, el Gobierno adoptó una política, criticada
por todo el arco opositor, de cambiar la composición de los
pasivos: pasar de manos privadas a organismos del Estado.
Estos números, en principio, vienen a demostrar que las
obligaciones con los acreedores no estarán en el 2013 entre las
prioridades al hablar de los problemas argentinos.
Un informe elaborado por la consultora Econométrica señala que
en los próximos dos años se necesitará la misma cantidad de
dólares para el pago de la deuda en moneda extranjera en manos
privadas que la destinada en 2012.
Con el desembolso de 3.520 millones de dólares del cupón atado
al crecimiento económico correspondiente a 2011, el Gobierno pagó
en el 2012 casi 11.500 millones de dólares, uno de los años con
mayores vencimientos. "Concretamos el pago de deuda al sector privado más importante desde la crisis de 2001”, enfatizó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, para dimensionar este cumplimiento.
A esta altura, parece lejano el fallo del juez neoyorkino,
Thomas Griesa, que fijaba una garantía de 1.330 millones de
dólares que la Argentina debía cubrir para saciar los reclamos de
los fondos encabezados por el polémico NML.
Además, la resolución habilitaba a incautar esos fondos del
pago a los bonistas que entraron al canje, como ocurrirá este
lunes cuando los tenedores de títulos tomen en Nueva York los 3.520 millones de
dólares del cupón.
Pero, la Corte de Apelaciones dejó en suspenso la medida y
habilitó un período de negociaciones que terminará a fines de
febrero.
Hasta ese momento, la Argentina tendrá tiempo de hacer una
oferta, pero todo indica que el camino quedará expedito para que
los vencimientos de deuda no sean un problema de envergadura para
el 2013.
En medio de esta disputa, el Gobierno de los Estados Unidos,
inesperadamente, le dio una mano a la Argentina: pidió a la Corte
que le otorgue un plazo para poder presentar una revisión del
fallo de Griesa.
El país tuvo que pagar el cupón del PBI porque la economía
creció más del 3,26 por ciento durante 2011, una cifra que no
alcanzará ni este año, ni el próximo.
Es claro, no se puede celebrar la circunstancia de que la
economía nacional crezca menos para, consecuentemente, no tener
que pagar más deuda.
En el presupuesto 2013 se proyecta un desembolso de 55.600
millones de pesos, equivalentes a 10.900 millones de dólares, a un
tipo de cambio de 5,10 pesos, para cubrir vencimientos de deuda,
equivalentes al 8,8 por ciento del gasto público.
El objetivo oficial es que los menores desembolsos por pago de
deuda puedan ser destinados a cubrir el déficit energético que
tiene el país: 3.000 millones de dólares que se tienen que pagar
cuando dos años atrás había superávit.
PROYECCIONES Y RIESGO
Despejado el camino de la deuda, todos los analistas y
consultoras privadas ponen atención en dos temas centrales: la
inflación y la desaceleración económica.
Sobre el crecimiento también hay coincidencia: el segundo
semestre del 2013 será mejor que el primero; la producción
granaria volverá a batir récords, con precios altísimos a nivel
mundial, y el PBI subirá menos del 3 por ciento, por lo que no
habrá pago del cupón.
Otro factor controversial está centrado en el mercado cambiario
y los controles impuestos desde hace más de un año por el
Gobierno.
Cuando faltan pocos días hábiles para cerrar el año, el dólar
"oficial" se ubica en una suma cercana a los 5 pesos, mientras que
en el mercado paralelo se negocia en torno a los 6,45 por ciento,
lo que marca una brecha de 32 por ciento, que podría ampliarse en
el 2013.
Casi tampoco hay dudas de que en el próximo año habrá menos
reformas económicas como en el 2012 y que tanto "ruido" provocan
en los mercados y en la sociedad en general.
Este año se cambió la Carta Orgánica del Banco Central, se
reformó el control del mercado de capitales, se ampliaron medidas
cambiarias y comerciales y el Gobierno tomó el control de YPF.
Demasiadas reformas para un año.
Además se debe tener en cuenta que será un año legislativo, lo
que presume necesariamente un aumento en el gasto público y con
ello mayores riesgos: inflacionarios, por un lado, y de fuga de
divisas, por el otro.
Y, como en los últimos años, el Gobierno deberá estar atento a
dos factores clave para el aparato productivo nacional: la
evolución del precio de la soja y la tracción de la economía
brasileña.
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