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Suplemento Economía Domingo 20 de Noviembre de 2022

La Scaloneta y la Massaneta

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Guillermo Briggiler

Por Guillermo Briggiler

Estamos a un paso de la largada de la Scaloneta y su épica mundialista, no obstante, al menos con un ojo y algo de disimulo, no podemos perder de vista al mercado cambiario que juega su propio torneo. Esta última semana, luego de casi un trimestre de calma, los diferentes tipos de cambio comenzaron a moverse a la suba.
En primer lugar, porque el BCRA se encuentra en un mínimo de reservas y aunque se publicite que vienen nuevos fondos de China, es solo para la tribuna, ya que los pases de monedas, solo sirven para el comercio exterior entre los miembros que refrendan el SWAP y no son aumentos de reservas disponibles. En este proceso de cuidar los escasos dólares que posee el BCRA, quien lleva adelante la Massaneta, Sergio Massa, estableció un sistema que permite que las importaciones que no se autorizan por el Mercado de Cambios porque disminuyen reservas, puedan hacerse al dólar libre, ya que en este último caso no afectan reservas. El inconveniente es que, en lugar de hacerse al tipo de cambio oficial de $170, se realizan a $325, motivo por el cual estas operaciones elevan el costo de los productos importados, a la vez que aumentan la demanda de los dólares financieros que, a oferta constante, subirán de precio. En estos últimos días esta dinámica empujó el dólar contado con liquidación a la suba.
Así como Rapallini será nuestro árbitro argentino en Qatar, los diferentes tipos de cambio, es decir los distintos dólares que tenemos, arbitran, esto es, tienden a converger en valores similares, solo diferenciándose en las características propias de cada uno. En cuanto a esto último, las diferencias son los impuestos que traen consigo o las características que dio origen a cada tipo de cambio. Por ejemplo, el dólar blue tiene la particularidad que se transa en el mercado ilegal, por lo que arrastra esta característica en su precio, a sabiendas de que no se controla la calidad de los billetes, la seguridad al entrar o salir de la cueva, etc., que se contrapone con el dólar MEP, que es legal, que se realiza en un banco, pero más complejo de adquirir, ya que al igual que el llamado Cable o Contado Con Liquidación, incluye una operación de mercado de capitales en el medio para poder hacerse de los verde billetes. El reciente establecimiento del dólar Qatar, proviene de adicionar la cotización oficial un 30% del impuesto País, un 45% de impuesto a cuenta de Ganancias y un 25% a descontarse de Bienes Personales, y es el que se utiliza para pagar los gastos en el exterior con tarjeta. Por supuesto, aunque por momentos los veamos con diferentes valores, a corto plazo terminan arbitrando, es decir convergiendo en valores similares, dado que, si conviene más pagar con Blue que con la versión Qatar, los viajeros concurrirán a este marginal mercado a comprar, llevando la oferta hasta hacer subir el precio a un valor similar a los otros. El mismo corrimiento de demanda y su correspondiente cambio en el precio, ocurrirá en cada versión de los diferentes tipos de cambio hasta que todos, por medio de un imaginario Rapallini, se equilibren.
Una posibilidad para frenar esta escalada de los tipos de cambios radica en la suba de la tasa de interés que, desde la Massaneta, miran como una manera de contener la subida del dólar. En el mes de agosto fue el último aumento de tasas llevando la misma apenas a empatarle a la inflación, pero resultó una medida que contuvo al dólar, por lo que no sería extraño ver a la misma subiendo para tentar al inversor a realizar ingresos vía intereses en lugar de pasarse al dólar para protegerse de una futura devaluación. Tengamos presente que desde dicha suba de tasas la inflación continuó corriendo y no desaceleró. Otra posible medida, complementaria a la anterior, sería generar un nuevo “dólar soja”, de manera de tentar liquidaciones que a la fecha no estén previstas realizar, de forma que aumenten reservas que mantengan o mejoren la ecuación entre pesos en el mercado y reservas. Hay que decir en este caso que además de los pesos circulando, está la gran masa de Lelic que, aunque se trate de no emitir más, crece por pagos de interés casi un 7% mensual, que compone un cambio en el valor técnico entre pesos y reservas, mes a mes, empujando la cotización al alza de los dólares libres.
La sequía, la magra cosecha de trigo y los gastos que el Estado posee para diciembre, juegan en contra en esta competencia.
Subámonos a la Scaloneta, miremos cada partido, analicemos cada jugada, festejemos cada gambeta, emocionémonos con cada gol, entonemos todos los cantitos, pero no perdamos de vista a la economía que hace diez años pierde por goleada y la única copa del mundo donde hace podio es la de la inflación más alta. Gracias a Dios, nuestros representantes deportivos están en otro nivel que los políticos y económicos.

#BuenaSaludFinanciera
@GuilleBriggiler
@ElcontadorB

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