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Suplemento Economía Domingo 24 de Febrero de 2013

La presión tributaria en un mundo en crisis

En los manuales clásicos de los gobiernos, cuando se desacelera la economía y cae la recaudación se aumenta la presión tributaria. Pero esta medida tiene sus riesgos.

Redacción

Por Redacción

Por Richard Amaro Gómez (*)


Debido a la gran recesión que hoy impera en la economía mundial, donde nuestra economía nacional no escapa a ello, el incremento de la presión tributaria provincial y municipal parece una alternativa que los gobiernos están adoptando para paliar la crisis. Recordemos a estos fines que la presión tributaria es en general la relación entre la recaudación tributaria y los ingresos de los particulares.

Los cambios más recientes de las ordenanzas impositivas en lo que respecta al Impuesto sobre los Ingresos Brutos, se ha dado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, San Luis, entre otras. Sin dejar de mencionar otros cambios en las leyes impositivas acaecidos a finales del año pasado.

El intento de los gobiernos es mantener o en ciertos casos incrementar la recaudación fiscal, ante los problemas de las cuentas públicas, las cuales se ven afectadas por:


* La reducción de la recaudación producto de la desaceleración de las economías.


* El incremento de los gastos derivado de la inflación, entre otros factores.


Este aumento de la presión tributaria provincial provocará consecuencias recesivas en las economías regionales. Esto puede explicarse fácilmente, el aumento de los tributos puede ocasionar dos grandes efectos:


* La reducción de la utilidades de los empresarios, si el incremento de los impuestos es soportado por los mismos.


* El incremento de los precios, si la suba se traslada a través de los mismos a los consumidores. Aunque en definitiva esto podrá repercutir en la utilidad de las empresas, porque si se incrementa los precios se reducirá la demanda de los bienes o servicios.


Ambos efectos puede ser simultáneos, a su vez. Esto producirá una mayor recesión, con lo cual seguirá reduciéndose la recaudación fiscal tanto provincial como municipal, ya que se verá impactado el nivel de ventas de las compañías.

Es interesante ver cómo en épocas en las cuales la economía atraviesa por su ciclo mínimo, los gobiernos recurren al aumento de la presión tributaria cómo la solución del problema de las cuentas fiscales, cuando en realidad dicha herramienta en vez de solucionar el problema de los presupuestos sólo ahoga más a la economía.

Tal vez una mejor alternativa sería analizar cómo reducir los gastos o ser más eficientes, en lugar de presionar los recursos que genera el mercado con mayores impuestos.

Siempre he pensado que en épocas de recesión, las ideas keynesianas son las que mejores funcionan para sacar una economía en crisis. Los planes de gobierno consistentes en expandir el gasto público (inversión en obras públicas) son los que generan incentivos para que la economía se recupere. 

Pero para expandir el gasto público, es necesario contar con recursos suficientes, los cuales no abundan en épocas de crisis. No obstante, no creo que la solución sea incrementar la presión tributaria para solventar la expansión del gasto público. Pienso que la solución debe necesariamente focalizarse en invertir fondos fiscales ahorrados, así como también racionalizar el gasto que no tenga que ver con la inversión en obra pública, para invertirlos en estas últimas. Incluso recurrir a los préstamos para solventar las inversiones en obras públicas, no sería una mala idea, considerando que en las épocas de mayor auge de la economía se generaran recursos fiscales para solventar los intereses de los mismos.

No obstante de la estrategia errada que han adoptado varios gobiernos provinciales y municipales, pienso que poco a poco la economía ira recuperándose, de hecho siempre lo ha hecho. Sólo que tenemos no perder la esperanza y aprovechar las crisis para buscar oportunidades. Un importante físico una vez dijo: “entre las dificultades se esconde la oportunidad” (Albert Einstein). Sin lugar a dudas, en los momentos más difíciles es cuando no debemos perder la fe y utilizar la creatividad para buscar soluciones para enfrentar la crisis.

De hecho para los que vivimos en países de América Latina, nos hemos acostumbrados a vivir en economías en crisis, a punto tal que eso nos ha hecho fuertes, porque hemos aprendido a salir adelante frente a factores adversos. En ocasiones me asombra que la gente se preocupe tanto por la crisis, porque es algo que pronto va a pasar, como siempre ha ocurrido en el pasado. Por esa razón, sólo pienso que hay que tener esperanza y esforzarnos para buscar en la crisis oportunidades creativas para enfrentarla.


(*) Contador Público y Licenciado en Administración de Empresas.

Articulista sobre temas impositivos para Errepar, Editorial La Ley y

Aplicación Tributaria entre otros.

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