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Suplemento Economía Domingo 6 de Julio de 2014

La articulación de la Universidad con el mundo empresarial y político

En este artículo se aborda la correlación existente entre la Universidad con los demás actores del territorio. Desde esta perspectiva, es importante definir nuevos sistemas de relaciones entre los centros educativos universitarios y el territorio. Se trata de generar y consolidar una universidad como facilitadora del desarrollo territorial.

REDACCION

Por REDACCION

Los proyectos de investigación que se producen en las instancias de Tesis para todos los alumnos de estudios de grado, posgrado y maestrías surgen de las aulas y, generalmente, nacen y mueren en las universidades, luego de finalizado el proceso de investigación, independientemente del objeto de estudio analizado y desarrollado. Estas producciones llevan consigo un proceso metodológico muy riguroso, donde se analiza la información existente y/o se crea nueva información, se describe, se explora, se proyecta, se compara, se relaciona y se explica, generando así, un nuevo conocimiento.

La pregunta que surge es: ¿cómo aprovechar y desarrollar este conocimiento que se genera desde la academia y lograr que fluya en los territorios provocando innovaciones en las gestiones, procesos y toma de decisiones?

Para empezar a dar alguna respuesta, es válido analizar cómo son las relaciones que permitirían aprovechar las innovaciones. La articulación desde las universidades con el sector empresarial, así como también con los sectores con potestad de generar y realizar política pública, en la realidad actual, está teñida por prejuicios recíprocos que, pocas veces, son discutidos y analizados. Tienen que ver con certezas y preconceptos instaurados en las miradas de cada sector sobre el otro, que obstaculizan el diálogo y el encuentro de espacios de acción comunes.

Esta dinámica de acción genera riesgos en la reflexión académica, pues carece, muchas veces, de la realidad de la práctica de los otros dos sectores y, al mismo tiempo, se generan prácticas empresariales y políticas en los territorios sin un proceso de reflexión académico previo. Este círculo vicioso aísla a cada actor en su microcosmos y en su lugar de acción.

Citando a Paulo Freire: “la cabeza piensa desde el lugar que pisa” se puede reflexionar que, precisamente, esto es lo que está ocurriendo en cada uno de los tres subsistemas (político – empresarial – conocimiento), donde se elaboran planes y proyectos situados cada uno en el espacio donde les toca actuar, estudiar, trabajar y vivir.

En los centros educativos universitarios se están generando debates que tiene mucha fuerza legítima desde lo cotidiano, desde espacios de construcción pedagógica que, muchas veces, son acciones invisibles y que pasan totalmente desapercibidas en los escenarios de tomas de decisión en el ámbito empresarial y político. Esta situación de aislamiento e incomunicación es bastante paradójica en tiempos donde las tecnologías de la información podrían facilitar el acceso y la expansión de experiencias y conocimiento en el territorio.

Es también, una realidad, que las voces se escuchan diferentes según el lugar que se ocupa en una sociedad, pero esto no quiere decir que al interior de cada sector no exista una gran polifonía de voces que, por tener una mirada diferente u obvia no se explicitan, se ahogan y de esta forma van naufragando los procesos de participación conjunta.

El debate que nos planteamos como actores de la Universidad va más allá de las diferentes miradas de cada sector, es mucho más complejo. Lo que se problematiza es la resignificación de la participación conjunta para el logro de construcciones colectivas de acción en los territorios, por eso la importancia de la necesidad de un cuestionamiento o replanteo para lograr un nuevo camino propositivo.

La experiencia de cursar la Maestría me ha permitido visualizar la complejidad del desarrollo territorial en las distintas temáticas y entender la riqueza de la multidisciplinaridad de miradas frente a una realidad, que se presenta cambiante e incierta en muchos sentidos.

Creo necesario un replanteo en el enfoque pedagógico de las universidades para actuar en la construcción de nuevos aprendizajes para ser desarrollados y puestos en práctica en los territorios. Pero es verdad que, para este logro, hace falta una concepción más amplia de la formación y de la investigación en las universidades, evitando y combatiendo el repliegue de los centros educativos sobre sí mismos, donde las producciones académicas se agotan dentro del microcosmos del circuito universitario con escaso aporte a la sociedad. Para ello, debemos plantearnos si la tarea del investigador termina cuando acaba el proceso de generar conocimiento, o termina cuando ese conocimiento se potencia y se desarrolla, logrando cambios en micro-procesos, que si generan tendencia, pueden incidir en elementos estructurales.



Olivia Arrospide Panero – Maestría en Desarrollo Territorial, UTN FRRA.

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