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Suplemento Economía Domingo 14 de Septiembre de 2014

Industria y autos desde el discurso oficial

ANALISIS DE ECONOMIA & REGIONES

REDACCION

Por REDACCION

Según el EMI (estimador Mensual Industrial) del INDEC, la actividad industrial nacional cayó 3% en el acumulado de los siete primeros meses del 2014. Sin embargo, las mediciones privadas dan data de un peor comportamiento del nivel de actividad industrial. Según Fiel la industria cayó 4.2% en el mismo período.

En este escenario, la Presidente Cristina Fernández de Kirchner culpó al sector automotriz del derrape industrial, haciendo hincapié en que al resto del sector manufacturero “le iba bien” y que el agregado caía a partir del derrumbe de la automotriz. Además, la Presidente explicó que la producción de autos se reduce como consecuencia de la recesión de Brasil y de la especulación de las terminales, que guardan (retienen) vehículos terminados y no los quieren vender como mecanismo protector ante el riesgo devaluatorio, sostiene la consultora Economía & Regiones (E&R).


LA INDUSTRIA

EN NUMEROS

El informe afirma que los números oficiales parecieran avalar el argumento de la presidente CFK que sostiene que “si se excluye al sector automotor, a la industria le va bien”. Según el EMI del INDEC, si se excluye al sector automotriz, la industria mostraría un crecimiento del 1.1% interanual en los siete meses del año. Así, 7 de los 12 subsectores industriales habrían crecido durante este período. Metales (+8.2%), la producción de edición e impresión (+6.5%) y la industria textil (+3.5%) se presentan como los sectores más beneficiados por la coyuntura económica.

Del otro lado, además del sector automotriz (-22%), hay otros 3 sectores que presentan variaciones negativas en lo que va del año: La producción de papel y cartón (-0.5% a/a), la metalmecánica excluyendo a la automotriz (-4% a/a) y la producción de caucho y plástico (-6.1% a/a) son los subsectores a los que peor les va.

No obstante, las estadísticas privadas contradicen el argumento de CFK y dan cuenta de una realidad industrial mucho más castigada, en la que a la mayoría no le va bien. Puntualmente, según Fiel, 8 de los 10 subsectores relevados exhiben crecimiento nulo o negativo, sólo la siderurgia (7% a/a) crece.

Tanto para el INDEC como para Fiel, el nivel de actividad del sector automotor se redujo -22% interanual en el acumulado de los primeros 7 meses del año. En este sentido, la caída en la producción automotriz encuentra explicación en varios factores, entre ellos, las limitaciones a la importación de autopartes, los conflictos con proveedores, el incremento del impuesto interno a los automotores de fines de 2013, el alza de los precios a la demanda interna, y la menor demanda de Brasil.

* En concreto, las ventas al mercado interno (a concesionarias) cayeron un 33.7% en los 7 meses respecto al mismo periodo de 2013.

* Los patentamientos también cayeron, -24.7% en los 7 meses respecto al mismo periodo de 2013.

* Las exportaciones totales del sector cayeron 25.6% en los 7 meses.

* Las exportaciones a Brasil, que representa cerca del 90% de la exportación de vehículos, descendieron un 24.4% en los 7 meses.

* El sector automotriz presenta un déficit comercial crónico. La importación de autopartes y vehículos terminados supera con creces las exportaciones que realiza el sector, lo cual forjó un déficit comercial automotriz de USD 8.300 millones en 2013 y de USD 1.800 millones en el primer semestre del año. En un marco de escasez de divisas las restricciones para importar insumos son verdaderos obstáculos para dinamizar la producción del sector. En pocas palabras, el sector automotor es el sector industrial que sufre más fuertemente las trabas a las importaciones, que el gobierno intensifica día a día y que muy probablemente fortalezca durante los próximos meses.


En este contexto, agrega el documento de E&R, las declaraciones de CFK resultan una verdad a medias. Primero, la caída del sector automotor no responde solamente a la “retención de autos” de las Terminales, sino que responde principalmente a otros factores, como una demanda interna castigada por el aumento de los precios producto de la inflación, a la caída de los ingresos reales que han perdido poder adquisitivo frente a los automóviles, por la suba de los impuestos a los automóviles, por las restricciones que impone la escasez de divisas para importar insumos y también por una demanda externa golpeada fundamentalmente por la recesión de la economía brasilera. No obstante, hay que dejar en claro que los errores de política económica parecieran impactar más negativamente que la caída de Brasil sobre la industria automotriz.

Segundo, excluir del análisis al sector automotor y concluir que toda la restante industria, según INDEC, habría crecido 1.1% en los primeros 7 meses de 2014 pareciera darle, al menos en parte, algo de razón a CFK. Sin embargo, no se puede dejar de mencionarse que durante la década comprendida entre el 2003 y el 2013, el sector automotriz fue la locomotora del agregado industrial.

Durante el período señalado, la producción de manufacturas creció a una tasa promedio del 6% anual, mientras que el sector automotriz se expandió a un 19% promedio anual en el período bajo estudio. La automotriz fue ganando importancia relativa en la estructura económica de nuestro país y absorbe el 15% del producto industrial y el 3% del PBI.

Siguiendo las propias palabras de la presidente CFK que siempre le reclama poner “el hombro” a la hora de las “vacas flacas” a los sectores ganaderos, pareciera al menos bastante injusto “cargarle las tintas” a la industria automotriz, que durante el modelo K siempre fue el más dinámico, de mayor expansión y que más empleo generó dentro del sector manufacturero nacional, concluye el análisis de E&R. 

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