Por José Calero
El
fallo por fondos buitre de la Corte de Apelaciones de Nueva York
le suma un ingrediente a la campaña electoral con vistas a las
legislativas de octubre.
A partir de ahora, la oposición tendrá un nuevo argumento para
bombardear el "modelo", aunque el dictamen judicial por ahora no
gravitará sobre la marcha de la economía.
Debe tenerse en cuenta que la Corte Suprema estadounidense
suele tomar muy pocos casos por año, y si no acepta esta causa,
abriría la puerta a que quede firme el fallo de la Cámara de
Apelaciones y la Argentina caiga en "default técnico".
Cualquiera fuese el escenario, al menos por un año la situación
no se definiría, y la Argentina podría seguir pagando deuda con
normalidad.
Los que creen que la Corte norteamericana podría aceptar el
caso recuerdan que de su decisión puede depender la ingeniería
armada por los países centrales para naciones como Grecia.
Por eso, se espera que el gobierno de Barack Obama busque
enviar señales a la Justicia de la relevancia de no sentar un
precedente negativo que desarticule la ingeniería financiera que
tanto le costó armar a una Unión Europea al borde del colapso.
Por ahora, la administración de Cristina Fernández considera
que cuenta con el tiempo necesario para seguir pagando la deuda a
los acreedores que ingresaron al proceso de reestructuración de
deuda.
La novedad legal llegó en momentos en que el Gobierno busca
retomar la iniciativa política tras el revés electoral en las
primarias.
Esa iniciativa tiene nombre y apellido: la Presidenta busca una
relación más aceitada con quienes toman decisiones en la
Argentina.
Cuando la jefa de Estado dijo que pretendía hablar con los
"titulares" y no con los "suplentes", apuntó a la necesidad de
sentarse a dialogar con quienes a diario hacen funcionar el
aparato productivo del país.
Claro que tal vez la forma de expresarlo no haya sido la más
adecuada, ya que sonó a ninguneo de una oposición que reunió más
del 75 por ciento de los votos y la venció en 13 distritos.
Cristina también parece haber clausurado en forma definitiva
cualquier posibilidad remota de buscar otra reelección vía reforma
constitucional.
En esa lógica deben interpretarse también las palabras del
gobernador Daniel Scioli, quien dijo que debe hacerse todo lo
posible para que este gobierno "termine de la mejor manera".
Fue un mensaje al empresariado y a los gremios de que el
diálogo social debe ser profundizado para sostener la recuperación
económica, pero también de que Cristina termina su mandato sí o sí
el 10 de diciembre de 2015.
El propio Gobernador ha encarado algunos cambios en su equipo,
que hacen al funcionamiento del día a día, y a la relación con el
entramado productivo.
Nombró al titular de la UIA bonaerense, Osvaldo Rial, al frente
del FOGABA, el fondo que se ocupa de darle respaldo a las pymes
para que puedan obtener créditos en mejores condiciones.
"Tenemos que profundizar la gestión, es la mejor estrategia
para que la economía se recupere en la forma más acelerada
posible", le dijo Scioli a sus principales colaboradores.
En materia económica, la presidenta no parece tener mucho
margen para dar señales con vistas a esperar una mejora de la
magra performance de octubre.
Apenas una baja del impuesto a las Ganancias que beneficie a
las clases medias, históricamente renuentes a darle su voto al
kirchnerismo.
El problema es quién financia lo que el Estado dejaría de
percibir si se reduce la presión tributaria.
Los empresarios ya avisaron: "Nos parece bien bajar Ganancias,
pero no cuenten con nosotros para compensarlo".
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.