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Suplemento Economía Domingo 12 de Agosto de 2012

Consumidores smart: los nuevos deseos de conexión permanente

MARKETING

Redacción

Por Redacción

Smart. Toda la nueva tecnología que surge sin parar de los laboratorios de las grandes corporacio-nes viene acompañada de una palabra que, hasta hace poco tiempo, solo era un significado de “Inteligente” traducido del inglés al español. Ahora es un término que nos da el significado de portabilidad, inteligencia, acceso a la información, acceso a Internet, conexión permanente.

Todo está preparado para que nuestra vida sea más cómoda pero al mismo tiempo más condicio-nada por la rutina, el día a día, las redes sociales, y los e-mails, entre millones de opciones. Esa necesidad de estar permanentemente conectados nos hace, sin pensarlo, mover nuestras manos hacia el aparatito para chequear desde la casilla de mensajes hasta el correo. Una dependencia que ya se aborda desde una visión integral.

Lo cierto es que el mercado y el consumo de estos productos se transformó en un deseo de co-nexión constante e instantánea, entonces ninguno de los productos que nos rodean quieren quedarse fuera de este mundo digital, y por supuesto de esta gran oportunidad de mercado y desarrollo permanente.

Así, celulares, televisores, consolas, gps, entre otros avances tecnológicos que, si nos damos cuenta, nos acompañan en los principales momentos, durante el día, en casa relajados, en un viaje y hasta en la sala de espera de un sanatorio. En cualquier lugar y momento el acceso a la red es posible.

Si hace solo 5 o 6 años atrás hubiésemos pensado que mediante la tele podríamos navegar por internet, ver el video de música que nos gusta, disfrutar de un partido que se juega en la otra punta del mundo en vivo y en directo o hasta comprar lo que nos gusta con el control remoto, muchos hubiesen dicho que serían cosas del futuro (pero más lejano), incluso algo ya veíamos en los supersónicos (si alguien me acompaña en este recuerdo).

El avance de la tecnología nos sorprende día a día, pero además el constante cambio en los con-sumidores es lo más sorprendente, hasta hace poco estábamos tratando de entender cómo se manejaba una computadora, ahora todos los dispositivos que nos rodean ya nos dan acceso a miles de datos. El cambio de la mente del consumidor, no solo en cuanto al deseo de estar en constante conexión con el mundo sino además en la adaptación desde el punto de vista de aprendizaje es fascinante.

En Rafaela, recientemente, se destacó que más de un centenar de personas se capacitaron en informática básica en los centros técnologicos barriales que funcionan en distintas sedes vecinales. En muchos casos, se trata de personas de más de 50, 60 y hasta 70 años que disponen de tiempo y asumen el desafío de dominar, al menos en los aspectos básicos, una tecnología que marca las horas de sus hijos o nietos. ¿Por qué no, se preguntan? Y ahí va un hombre de 78 años leyendo los primeros apuntes, esos que distinguen las partes de una computadora como primera aproximación. Todos, entonces, tratan de incorporarse al fascinante universo de las TICs.

Obviamente que en este marco, cada producto que se genera está pensado para un público es-pecífico que muchas veces pensaríamos que son las generaciones que nacieron inmersos en este mundo digital, igualmente nos sorprenderíamos al conocer los datos donde el público empresario ya utiliza estas herramientas como parte de su día a día laboral y, que además, el mercado de personas mayores de 50 ha crecido sorprendentemente dentro de las redes sociales.

Entonces, pensemos que directamente son pocos los que quedan fuera de este fenómeno, más o menos rápido se va incorporando a la vida este tipo de productos, como el vecino de 78 años que se metió a la aventura convencido de que nunca es tarde.

Significa que el deseo de conexión permanente y por supuesto de los beneficios que tiene esto, para no solo verlo desde el punto de vista de las redes sociales, sino desde un lugar de informa-ción, como leer el diario desde el living de casa, mirar una película en un viaje, ver el clima del día siguiente antes de irnos a dormir. Son comodidades con las que se cuentan y que gradualmente se van incorporando a la vida diaria. Pero esta incorporación no es impuesta, las empresas por supuesto avanzan en la búsqueda de innovación permanente pero también existe un estudio paralelo de lo que el cliente necesita, quiere, desea. Es indudable entonces que la evolución de estos productos va de la mano con la evolución del consumidor. Queda para otro análisis la dependencia que la tecnología plantea, esa persona que sale de vacaciones pero no puede evitar, en la playa o en la montaña, consultar su correo donde seguramente hay cosas del trabajo.

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