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Suplemento Economía Domingo 13 de Febrero de 2011

Cambiar algo para que nada cambie

"El creador, origina. El parásito pide prestado. El creador enfrenta a la naturaleza a solas. El parásito enfrenta a la naturaleza a través de un intermediario. El interés del creador es conquistar la naturaleza. El interés del parásito es conquistar a los hombres". (Ayn Rand).

CPN Miguel A. Morra

Por CPN Miguel A. Morra



El campo crea, origina, enfrenta la naturaleza y la conquista, la industria, de la misma forma, le agrega valor, el comercio lo acerca al consumidor y los servicios apoyan a toda la cadena.
Entre todos posibilitan el acceso a elementos que de otra de manera sería imposible. Es así que la misión lógica del sector privado es desarrollar el sistema económico general, en un marco de libertad y sencillez, para lograr una calidad de vida creciente en todos los componentes de la organización social.
La misión lógica del sector público es garantizar dicha libertad dentro de un marco normativo que estimule la cratividad y asegure la convivencia organizada para que sea posible que muchas buenas ideas puedan llegar a ser grandes empresas, como lo hicieron aquellos países que se desarrollaron.
En este marco, tanto los Sistemas Impositivos y con ello, los Presupuestos de todos los niveles de la organización social (nacional, provincial, municipal o comunal) son el perfil básico y la columna vertebral del formato de desarrollo elegido por quienes tienen la autoridad para imponerlo y es donde realmente se pueden analizar los fundamentos y las posibilidades de una determinada organización social.
Si pensamos que en Argentina, desde hace muchos años se estan generando cambios impositivos, tanto a nivel federal, provincial y municipal podriamos suponer que se está trabajando en pos de un mejoramiento del esquema general.
Pero si analizamos las ultimas 5 décadas, en la inmensa mayoría los casos, debajo de una frase muy linda, pero mal usada en su fundamento, como es "la redistribucion del ingreso", se han fundamentado cambios que esconden una simple voracidad recaudatoria sustentada en la incapacidad del sector público de corregir los egresos.
Hace mas de 30 años nacía el IVA (impuesto al valor agregado), un impuesto al consumo instrumentado en todas las etapas económicas que tenia una tasa del 13 % y en algun fundamento se decía que se iba eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos (provincial) y el Derecho de Ragistro e Inspección (municipal). Hoy la tasa del IVA es el 21 %, no se eliminó ningun impuesto, se aumento la tasa del impuesto a las ganancias y a los combustibles, se agregó el impuesto a los bienes personales, a la ganancia mínima presunta, a las participaciones empresarias, a los débitos y créditos bancarios, se incorporararon las retenciones en la fuente del IVA, Ganancias, IB y DRI y otros enredos burocráticos, haciendo gala de una creatividad que más de un artista envidiaría.
Tampoco podemos olvidar que, a pesar de todos estos aumentos, los conceptos básicos que hacen a la actualmente muy famosa "Redistribución del Ingreso" como son; la Seguridad, la Salud y la Educación, han tenido un deterioro profundo en su calidad, a tal punto que, de no existir las cooperadoras policiales, de hospitales y de escuelas y muchisimas ONG relacionadas, la mala situación sería de tal magnitud que en algunos sectores se inmovilizaría la estructura y no se podría prestar el servicio.
Es evidente entonces que la gran mayoría de los políticos de las ultimas décadas, lo único que han tratado es de apropiarse de una porción cada vez mayor del trabajo del campo, de la índustria, del comercio y los servicios al solo efecto de conquistar más poder por medio de la conquista de parásitos y han transformado a la columna vertebral de la organización social (el sistema impositivo) en una inmensa montaña de basura.
Las retenciones a las exportaciones y el impuesto a los débitos y créditos bancarios son los mejores ejemplos de ello: Debían servir, temporalmente, para paliar problemas urgentes de una situación nacional crítica, a la cual se había llegado como consecuencia del accionar de la misma gente "no creadora" y sin embargo continúan vigentes, se profundizan y solo sirven para facilitar un poder centralizado y autoritario deteriorando fundamentalmente el concepto de democracia.
Es una muestra más de la incompatibilidad del razonamiento económico de quienes ostentan el Poder Ejecutivo Nacional y el de varias provincias, con relación a la producción y lo que ello significa para un país y de la pequeñez intelectual de muchos de los integrantes de nuestros "¿honorables? Congresos. Luego de la famosa votación en el senado de la Res. 125, algo cambió, pero es deseable que no haya sido solo un chispazo de coherencia en un momento límite.
Las consecuencias de dicho razonamiento, por parte de los poderes ejecutivos de distintos niveles y la incapacidad de control por parte de los legisladores no pueden ser otras que menos crecimiento y más injusticia y una imperturbable decadencia, para un país que podría ser mucho mejor si el concepto parásito no se utilizara para tomar decisiones.
Por ello creo que para hablar de cambio impositivo habría que hablar de un cambio en serio y de fondo. Todo lo demás es solo Cambiar algo para que nada cambie.
Tanto ha sido el descalabro del sistema general que, las dos entidades mas antiguas y representativas del agro, la industria, el comercio y los servicios de la ciudad de Rafaela, la Sociedad Rural y el Centro Comercial e Industrial, han expresado en un documento del año 2009 que:
"a) Los ingresos del sector público: O sea, los impuestos, las tasas, las contribuciones, los derechos, etc, que deben estar fundamentalmente relacionados con la
Capacidad contributiva del sujeto que debe pagar, deben ser simples y sencillos de determinar y controlar.
b) Los egresos del sector público, que deben estar fundamentalmente ligados a actividades inherentes e indelegables del estado como ser la salud, la educación y la seguridad, deben ser eficientes en su asignación, austeros en su manejo y coherentes con los objetivos.
c) La intervención del sector público en otros ámbitos, debe ser muy estudiada, medida y consensuada; la transparencia de todo su accionar, debe ser absolutamente accesible a la mayoría de la población en tiempos inmediatos; y los instrumentos utilizados, deben ser sencillos, coherentes y acordes las posibilidades de utilización."
Concluyendo en que: "Si bien, llegar a tener en vigencia un sistema que cumpla con criterios generales mencionados y que esté de acuerdo a los puntos principales acordados, puede significar un tiempo prolongado y un esfuerzo importante, es de destacar que la decisión conjunta es apoyar solamente aquellos proyectos de reformas que tiendan hacia ello y en forma significativa." 
Por lo tanto, es evidente que ya hemos llegado a un límite, y sería importante ser conscientes que es la educación en los principios elementales junto a la producción en general, y no la intervencion de iluminados funcionarios, lo que hace grande un país.
Cuando tengamos un sistema impositivo general coherente y no la montaña de basura que es hoy, puede ser que comencemos a transitar el camino para ser una república en serio. 
CPN Miguel Morra
[email protected]
www.abaco-sa.com.ar/mmorra/
 

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