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Suplemento Economía Domingo 16 de Diciembre de 2012

Argentina es el país que menos creció en la región

Con un 2,2 por ciento de crecimiento estimado para este año, la economía argentina es la que menos creció en la región.

Redacción

Por Redacción

"La tasa de crecimiento del PBI de Argentina depende de la efectividad de nuestras políticas económicas domésticas y del “aporte” del mundo. Dada que la interrelación de Argentina con el mundo es meramente comercial (no financiero), el aporte de la economía internacional sólo se canaliza a través de las exportaciones y se resume en dos palabras: soja y Brasil", afirma en su último Semanario Económico la consultora Economía & Regiones (E&R).

En su análisis, explica que "la soja aporta por precio y por cantidad" aunque aclara que "el precio lo determina el mercado y la cosecha el clima, dos variables que no manejamos" en tanto que "Brasil resulta relevante por su nivel de actividad, otra variable fuera de nuestro alcance".

Para E&R, el 2012 se caracterizó "por un marcado enfriamiento del nivel de actividad con respecto al año anterior, mientras que el crecimiento promedio del 2011 alcanzó un 6% aproximadamente, el 2012 cerraría en torno al 2.2% y (excluyendo a Brasil) seríamos el país de la región con menos aumento del PBI este año".

Al avanzar en su lectura de los indicadores, resalta que "la tasa de crecimiento de 2.2% estuvo sostenida por el consumo público (5.2%) y el consumo privado (4.0%), mientras que la inversión (‐6.0%) y las exportaciones (‐3.8%) fueron los componentes de la demanda más afectados".

¿Por qué la economía se enfrío en 2012? se preguntó la consultora que dirige Alejandro Caldarelli. "Principalmente como consecuencia de los efectos negativos de la política doméstica intervencionista (cepo cambiario y trabas a las importaciones) y en menor medida de la caída de las exportaciones" responde para luego señalar:


• La sequía afectó al 15% de la cosecha agrícola y se plasmó en la caída de las exportaciones,afectando sobre todo a las economías regionales. El complejo sojero (poroto, aceite y harina) representa el 25% de las exportaciones totales.


• El enfriamiento de Brasil frenó nuestras exportaciones e impactó negativamente en la industria (exportadora) automotriz y metalúrgica.


• Las trabas a las importaciones afectaron a los sectores productores domésticos; dado que más del 70% de las importaciones son bienes de capital e insumos intermedios difíciles desustituir localmente. A su vez, las restricciones en el mercado de cambios perturbaron las actividades dolarizadas como el real state, la construcción y el turismo. Y al provocar el desdoblamiento del tipo de cambio, desincentivaron a la inversión productiva.


• La desaceleración del crecimiento fue muy heterogénea. Por el lado de la oferta, la industria exportadora (autos y metales), la construcción y el comercio habrían sido los más castigados; en tanto que la producción de bienes de consumo durables destinados al mercado interno (alimentos y bebidas, textiles, tabaco) resulto menos afectada por la crisis y crecería por encima del promedio.


• Por el lado de la demanda, las variables más castigadas habrían sido la inversión y las exportaciones, como consecuencia de las restricciones cambiarias y del combo “sequía y Brasil” respectivamente.


"El refuerzo de las medidas proteccionistas sirvió, al menos, para generar un significativo repunte del superávit comercial en términos agregados; incluso a pesar de una marcada reducción de las exportaciones. El déficit energético, que ya para 2011 se presentaba como uno de los cuellos de botella de nuestra economía, se habría reducido levemente y alcanzaría los U$S ‐3.100 MM este año. Esto sucedería como consecuencia del menor crecimiento que implica menor demanda energética; dado que las exportaciones se mantendrían en niveles similares a las del año pasado (U$S 6.400)", sostiene E&R.


ESCENARIO FUTURO

El aumento de las exportaciones no serviría para evitar que las políticas domésticas se profundicen: El cepo cambiario continuaría tal como está y las trabas comerciales tendrían como objetivo de mínima mantener el superávit comercial constante, por lo que sólo se flexibilizarían marginalmente, apuntó la consultora en el documento.

"En este escenario, las importaciones aumentarían 10%, permitiendo sólo un insuficiente incremento de la inversión (+3.0%). Paralelamente, en un año eleccionario esperamos que el incremento del consumo público (+6.0%) se acelere marginalmente, el BCRA estaría obligado a emitir (+$30,000 millones) más para financiar el crecimiento del déficit y la inflación se aceleraría alrededor de 3 ó 4 puntos porcentuales", agrega.

En este contexto, expresa que "el salario promedio de la economía perdería poder adquisitivo y el aumento del consumo privado (+3.8%) no sería superior al del 2012" en tanto que "la tasa de crecimiento del PBI se aceleraría 1.5 puntos porcentuales, pasando de 2.2% (2012) a 3.7% (2013)".

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