Siempre digo que un productor es el que se tiene que anticipar a todo. El productor tiene que estar organizando el trabajo de la grabación de la nota que se vaya a hacer. En el ámbito internacional llevábamos una actualidad que nos corría entonces es más sencillo a la hora de decidir qué noticia elegir. Es buscar, saber lo que querés, elegir el tema, ver los intereses, la agenda, conocer del tema que uno está tratando. Ver revistas, hablar con la gente. En el caso del programa “En el camino” se hacen reuniones de producción muy seguido, en casi todos los programas somos dos productores y el conductor. Y el sostén de un equipo del canal con camarógrafos y técnicos.
La tecnología de hoy permite buscar información y llegar a algún lugar, pero eso no asegura la veracidad de lo que disponemos
Creo que más o menos lo que todos hacemos es chequear más de una fuente siempre. En los términos generales del periodismo se exige de alguna manera tener por lo menos tres fuentes diferentes que puedan confirmar la información. Creo que todo lo que podemos ver en las redes sociales puede ser chequeado. Y nos pasa en el trabajo diario, a veces nos avisan de una noticia que apareció en redes sociales y cuando vamos al lugar no hay nada. Muchas veces hay que chequear la información en el lugar, otras veces es un dato o una pista, con el tiempo se van generando fuentes y gente de confianza en la que uno puede confiar.
Casos en los que siendo veraz la noticia no podemos llegar a emitirla o lograr la entrevista anunciada
Todo el tiempo se da esa situación. En realidad creo que el desafío del productor es lograr como sea y tener el entrevistado que uno quiera tener para el objetivo. Uno se va armando de herramientas para poder lograrlo. A veces un familiar quiere hablar y otro no, entonces empiezan los problemas. O llegar a un lugar y entender que están en una situación difícil y ahí entra en juego lo que uno quiere hacer como periodista o como productor. Hasta dónde uno puede insistir, hasta dónde sirve insistir. O preguntarse para qué. Si necesito el testimonio de tener a alguien llorando para tener show o con esa entrevista voy a lograr algo que pueda servir. Se resuelve desde la calle y ahí está la pelea entre el periodista y el productor. El productor siempre quiere tener todo y la cara la pone siempre el periodista además de entender el límite. Pasa con la violencia de género que puede servir en ese momento la nota pero la cámara se va y esa mujer sigue con su vida. Lo tenemos presente todos los días los que estamos trabajando en la calle, hasta dónde tenemos que ir, hasta dónde sirve y hasta dónde generamos un riesgo mayor. Hay que estar en el momento porque es muy personal, además de la historia que uno trae. Pero queremos hacerle entender a la gente que a veces hacerlo visible en los medios genera la presión para que las autoridades se hagan cargo, para que la policía busque, y a veces uno puede hacerles un favor y otras veces no.
Sumada a la campaña “Ni una menos”
Intento trabajar todos los días para “Ni una menos”. Me sumé a la propuesta desde el día adía, desde el trabajo que tenemos todos. Intento también formarme a partir de este grupo de compañeras que lo han hecho y muy bien. Son colegas mías. Estoy de acuerdo con el pedido, es muy importante difundirlo y también es muy importante formarnos nosotros para ver lo que nosotros mostramos y decimos. Y en ese sentido intento estar muy actualizada y consultar todo el tiempo para saber cómo manejar estos casos. Me tocó cubrir el caso de una chica de Miramar que fue violada hace siete años, el violador tuvo su condena, en dos mil catorce intentó violar a una médica dentro del penal, y un juez de Mar del Plata entendió que esa persona tenía buena conducta y podía salir a la calle. Lo liberó a pesar del pedido de esas dos mujeres que fueron a hablar con el juez. Y volvió a violar. En estos casos todos tenemos que ponernos en alerta y es inevitable que uno como periodista tiene que tratar de poder contar sin intervenir. En este caso no nos salió a ninguno. No había dos campanas donde uno tenía que ofrecer, aquí todo estaba muy claro cómo era. Los hechos estaban sobre la mesa.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Agustina Muda
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