Por REDACCION
MEXICO, 3 (AFP-NA). - Una nueva multitudinaria
protesta en México por la presumible masacre de 43 estudiantes
acabó con actos vandálicos, al cumplirse este lunes dos años de la
presidencia de Enrique Peña Nieto en medio de la peor crisis de su
gobierno y una fuerte pérdida de popularidad.
Con motivo del aniversario, decenas de marchas fueron
convocadas en todo el país para exigir al gobierno que encuentre a
los jóvenes desaparecidos en septiembre en Iguala (Guerrero, sur),
un crimen que el propio Peña Nieto reconoció este lunes que ha
marcado "un antes y un después" de su presidencia (2012-2018).
En la capital, miles de mexicanos marcharon pacíficamente entre
gritos que pedían la renuncia del mandatario.
"Este es uno de los peores gobiernos que ha tenido México",
dijo a la AFP Juan, un obrero de 59 años, entre los cánticos de
"Fuera Peña".
"Me pongo en el lugar de esas madres que no saben de sus hijos
y es duro, es difícil, es doloroso. ¡Ya basta!", exclamó Reina
Cruz, de 66 años.
Al término del mitin con el que concluyó la marcha ya de noche,
decenas de encapuchados armados con palos y bates de béisbol
destrozaron fachadas de numerosos comercios y bancos del
emblemático Paseo de la Reforma; arrojaron cócteles molotov dentro
de los locales e hicieron fogatas en las calles.
Centenares de policías antimotines arribaron a la zona para
evitar que manifestantes llegaran a la sede del Senado. Un
portavoz del gobierno capitalino dijo a la AFP que fueron
detenidos tres hombres de 17, 18 y 19 años.
En Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del
Libro, escritores como el chileno José Donoso y el mexicano Juan
Villoro encabezaron una marcha también en protesta por la
desaparición de los estudiantes.
"YA NO LE RECONOCEMOS"
Los estudiantes desaparecieron la noche del 26 de septiembre
después de ser atacados por policías de Iguala que presuntamente
obedecían órdenes de su alcalde. Después los agentes entregaron a
43 sobrevivientes a sicarios del cártel Guerreros Unidos que,
según declaraciones de detenidos, los habrían asesinado e incinerado.
Ante la falta de pruebas científicas, los padres se aferran a
la idea de que están vivos y exigen al gobierno redoblar la búsqueda.
"Vamos a buscarlos, vamos a encontrarlos", dijo en la capital
Clemente Rodríguez, cuyo hijo Cristian está entre los desaparecidos.
"¡No están solos!", clamaron entonces los manifestantes en su
apoyo.
Miles de mexicanos más protestaron en otros puntos, pero las
más fuertes se registraron en Chilpancingo, capital de Guerrero,
donde un grupo de manifestantes saqueó las oficinas de la fiscalía
estatal e incendió cinco vehículos, dos de ellos policiales.
"Nosotros ya no reconocemos como presidente de México a Enrique
Peña Nieto porque no ha resuelto nuestra demanda central de
presentación con vida de nuestros hijos", subrayó Felipe de la
Cruz, vocero de las familias.
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