Por Redacción
El FMI revisó ayer levemente a la baja sus previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2011 a 4,6% (4,7% en abril) y advirtió que el aumento de la demanda doméstica puede llevar a un sobrecalentamiento económico sobre todo en Sudamérica.
"Los precios de las materias primas, las condiciones favorables del financiamiento externo y las políticas macroeconómicas flexibles estimularon la demanda doméstica", señaló el Fondo.
Pero precisamente esa gran demanda interna ya genera señales de alarma: comienzan a verse señales de recalentamiento, como aumento de la inflación y de los precios de los bienes y mayores déficit de las cuentas corrientes. A esto se le une el incremento de los precios de los alimentos y de los combustibles a nivel mundial, lo que añade retos a los gobiernos que quieren "contener la inflación y proteger a los pobres".
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