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Editorial Domingo 5 de Mayo de 2013

Viviendas, lejos

Para comprar una propiedad se necesitan ahorrar todos los ingresos de una familia durante 7 años y medio. Hace 15 años, el lapso era de 5 años.

Redacción

Por Redacción

El poder llegar a comprar una vivienda, sólo con los ingresos propios de una familia, está cada vez más lejos. Es que en la actualidad, un grupo familiar completo necesitaría guardar todos sus ingresos completos durante 7 años y medio para reunir el dinero suficiente para poder comprar una casa. Y en cuanto a lo que decimos que es cada vez mayor el lapso de ahorro, digamos que es la mitad más de tiempo que 15 años atrás, cuando el plazo era de 5 años.

El estudio fue realizado por CDI Consult y publicado por el diario Ambito Financiero, efectuándose los cálculos teniendo en cuenta el valor promedio de los inmuebles, la evolución de los salarios y las tasas de créditos hipotecarios. Se toma como datos de ingresos un ingreso mensual de 6.463 pesos y un precio promedio de una vivienda de 587.680 pesos, y tasas de préstamo del 20,5%, tomándose como referencia un crédito a 20 años del Banco Hipotecario.

La anterior medición del mes de mayo de 2012 la suba del 9,7% en los ingresos fue compensada por la suba de los precios de las propiedades, cuya medición en pesos significó un 5,6%, en tanto que la tasa hipotecaria lo hizo a razón de 1,7%, dejándose aclarado que dentro de este cálculo no fue considerado el impacto de la línea oficial PROCREAR, ya que dispone de una tasa subsidiada y una cantidad de entrega acotada dentro del mercado.

Entre las consideraciones del análisis, tomándose referencias de precios y valores de algunos sectores de la ciudad de Buenos Aires, se consigna que el ingreso familiar está en el orden de los 6.400 pesos, suma que es equivalente a unos 715 dólares de acuerdo con la cotización del paralelo -o blue-, por lo cual una familia no puede siquiera comprar un metro cuadrado de construcción por mes, ya que por ejemplo el barrio de Nueva Pompeya, el más barato de Buenos Aires, tiene un valor promedio de 1.165 dólares el metro de una propiedad.

Este fuerte desequilibrio que existe en cuanto al esfuerzo que se debe hacer para tener posibilidades de acceder a una vivienda en términos de ahorro, perjudica en mayor medida a la clase media, aunque como se encuentra ahora el mercado inmobiliario en estado de parálisis, los operadores adjudican casi toda la responsabilidad de la situación a las restricciones impuestas sobre el dólar, complicándose no sólo las pocas ventas que logran concertarse, sino también la tasación de los propiedades, con una diferencia superior al 80% entre el dólar oficial y el blue. Las estimaciones de los operadores son que la caída de actividad en el mercado es actualmente del 80% en comparación con las épocas de normalidad del sector.

Un aspecto interesante de marcar, de acuerdo lo analiza el estudio realizado por CDI Consult es que con relación a los valores que se manejaron durante la época de la convertibilidad, la suba promedio del precio de los departamentos -tomando como referencia la divisa estadounidense- fue del orden del 192,2%. Es decir, que los valores actuales son 8 veces superiores a lo que eran en el año 2000, lo cual es un fiel reflejo de la inflación que hubo durante este período en el país.

Avanzando aún más en los valores que se manejan, en este caso referidos exclusivamente a barrios de la ciudad de Buenos Aires, se señala que el metro cuadrado de una propiedad usada en los barrios de Recoleta y Retiro oscila en los 2.825 dólares, en tanto que en el barrio Nueva Pompeya esa misma cotización baja a 1.165 dólares, de acuerdo con la estimación realizada por la consultora Reporte Inmobiliario. En cambio en el caso de las propiedades nuevas, a estrenar, los valores en el Parque Las Heras se encuentran en 4.225 dólares el metro cuadrado, habiendo registrado sólo en el último año un aumento del 10%.

Algo que se menciona es que todos los nuevos emprendimientos relativos a la venta de departamentos se financian y se cobran en pesos, razón por la cual son prácticamente las únicas operaciones que se están llevando a cabo en el mercado inmobiliario en los últimos tiempos. Es que, respecto a las propiedades usadas, son muy pocas las que se venden, ya que todos los propietarios prefieren aguardar hasta que se produzca una verdadera estabilización del mercado, seguramente pensando en el dólar.  

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