Trabajo en la región

En Latinoamérica está mejorando la situación laboral, al menos eso es lo que se desprende de un informe sobre el tema reseñando lo sucedido en 2013 por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pues no sólo hubo menos desempleo, sino que en especial se produjo una importante mejoría en la situación de los que pueden denominarse como "trabajadores pobres", que una década atrás representaban el 15% del total de la masa laboral y en cambio ahora sólo explican el 6,7%, lo cual conforma una modificación muy importante.

Pero además, algo muy sensible, es que dentro de esta perspectiva la región latinoamericana fue una de las menos afectadas de la crisis que el trabajo sufrió en casi todo el mundo. Tanto fue así que sólo el 1% del desempleo provino de Latinoamérica, con lo cual queda expuesto que no contribuyó ni siquiera con 50.000 desempleados a la cifra mundial de personas sin trabajo, lo cual es en realidad insignificante, ya que el volumen de nuevos desempleados durante 2013 fue de 5 millones de personas.

De todas maneras, por una situación de arrastre anterior, que no logró equilibrar aún esta levantada del año pasado, el promedio latinoamericano de desocupación fue de 6,5% mientras que el promedio mundial es del 6%.

Otro aspecto considerado central por la OIT más allá de los números y las estadísticas, es que en nuestra región se está prestando mayor atención a la calidad del empleo, enfocándose como uno de los objetivos el ir reduciendo la informalidad laboral, que aún es excesivamente alta con cerca del 50% del total del empleo. Es que la falta de regularización, aquí en la Argentina conocido como trabajo "en negro", es una característica muy arraigada, incluso también en aquellos países a los que les ha ido muy bien económicamente en los últimos años.

Aún no existiendo cifras demasiado precisas en cuanto al trabajo informal, hay países en los cuales se llega al 70% del total de la masa laboral, conformando un panorama sumamente negativo, recordándose que en la Argentina esa condición afecta al 34% de acuerdo con cifras oficiales, pero que en la práctica y de acuerdo con las estimaciones de organismos laborales y organizaciones obreras, bien puede estar en el orden del 40% o todavía más.

De todas maneras, y aún con las salvedades referidas, el avance latinoamericano en material laboral durante el año pasado ha sido muy significativo, especialmente por haber aportado una mejoría muy importante en la clase de "trabajadores pobres", esos que ganan menos de 2 dólares diarios, y que hace diez años representaban el 15% del total y que ahora suponen el 6,7%, con lo cual se ha mejorado algo más de la mitad de los afectados.

Lo que no condice con este informe, es que al parecer no extenderá sus efectos durante 2014, pues de esa manera lo establece otro informe simultáneo de la propia OIT, el cual destacada que el horizonte laboral continuará siendo particularmente duro para los jóvenes y también las mujeres, lo cual es una característica común en todo el mundo. Lo que concretamente se afirma, es que la expansión en 2014 será noderada, a razón de 1,7% al 1,8% del año pasado.

En el mismo se confirma que la tasa de desempleo se mantendría al menos hasta 2016 en el 6,5%, para recién de aquí a dos años bajar al 6,4%, existiendo en cambio una perspectiva de mejora bastante consolidada recién para 2018, siempre y cuando se mantengan las actuales condiciones.

En la Argentina, el cuestionado INDEC indicó que el desempleo se redujo al 6,8% en el tercer trimestre del año pasado desde el 7,2% registrado en el trimestre anterior, mientras que en la variación interanual, acumula una caída de 0,8 puntos porcentuales (aún no se conocen las estadísticas del último trimestre del 2013 sobre la evolución del mercado laboral en los 31 centros urbanos que se tienen en cuenta para elaborar el indicador). "La tasa de desocupación es el índice más bajo de los terceros trimestres de la última década", había expresado el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, al difundirse estos datos a fines de noviembre pasado. 

En Rafaela, según el Relevamiento Socioeconómico efectuado por el ICEDeL -organismo que depende de la Municipalidad local- la desocupación a mediados de 2013 se ubicó en el 7,5 por ciento, mostrando un leve descenso en comparación al 2012, cuando había sido del 8 por ciento.