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Editorial Lunes 11 de Diciembre de 2017

Suba de canastas

Las canasta de indigencia, pobreza y jubilados subieron de manera significativa.

REDACCION

Por REDACCION

Toso sigue aumentando, y aún cuando desde el gobierno se asegura tener la lucha contra la inflación como su prioridad, ya que es considerada la madre de todas las batallas para aspirar a una recomposición de la producción, la economía y especialmente la situación social, se siguen autorizando nuevos ajustes de tarifas de servicios públicos como la energía eléctrica, el gas y el transporte, además de otros en colegios privados, medicina prepaga. Pretender que tales incrementos no impacten en el nivel inflacionario, es una cuestión ilusoria, pues se sabe que siempre, indefectiblemente, el que termina soportando estos mayores costos es la gente, y en especial los de ingresos medios y bajos.

Dentro de esta perspectiva, las que siguen hacia arriba son las canastas en general, ya que la correspondiente a la básica de la pobreza -de una familia tipo- en el mes de octubre pasó a ser de 15.676,56 pesos, con suba de 1,5% mensual, con lo cual en los primeros diez meses del año ascendió a 19,2%, y en la medición interanual -de octubre a octubre- ascendió a 21%. Por su parte la canasta básica alimentaria o de indigencia, siempre para una familia tipo de cuatro miembros, pasó a ser de 6.424,82 pesos, con suba de 1,5% a septiembre y anual de 19,7%. Finalmente, la canasta de los adultos mayores, conocida como de los jubilados, consecuencia de suba de precios de alimentos, remedios, alquileres y servicios de vivienda, se elevó a un valor de 17.523 pesos.

Esos valores son los que se comparan con los ingresos de la población en sus diferentes franjas, para establecer de tal manera los porcentajes de indigencia y pobreza tanto de los hogares como las personas.

Tenemos entonces que en lo que va del año, un aumento del 24,6%, estimándose unos 5 puntos por sobre la inflación promedio, según lo estimado por la Defensoría de la Tercera Edad de la ciudad de Buenos Aires. Por tal razón, hay más de un 70% de pasivos sin poder cubrir las necesidades básicas, incluyendo los gastos de vivienda. Incluso en aquellos casos donde en un mismo hogar se reciben dos haberes como jubilación y pensión.

Todo este panorama de las tres canastas más expresivas para graficar la situación social, puede incluso complicarse mucho más cuando se produzcan los nuevos ajustes tarifarios, y ni que hablar si en un futuro cercano los jubilados dejan de percibir los aumentos dispuestos por la anterior fórmula de movilidad.

Se recuerda, según la información oficial del INDEC, que la población en situación de pobreza descendió al 28,6% en el primer semestre del año, 3,6 puntos debajo de igual período del 2016 cuando había alcanzado el 32,2%, lo que representa unos 439.000 pobres menos. Del total de personas en situación de pobreza, 6,2% son indigentes, 0,1 puntos porcentuales por encima de la misma medición del año anterior. Durante el primer semestre se encontraban por debajo de la línea de pobreza 1.807.590 hogares, que abarcaban 7.838.005 personas. En diciembre de 2016, el INDEC había proyectado 8.277.085 pobres, 439.080 más que en la última medición. De ese total, 1.704.883, que integran 400.146 hogares, están en situación de indigencia, según las cifras del organismo oficial. El relevamiento corresponde a 31 aglomerados urbanos que analiza el INDEC pero si se proyectan a la población total más de 11,3 millones de personas permanecen en la pobreza, y de ese total más de 700.000 personas se encuentran en la indigencia.

El registro de pobreza también había bajado entonces respecto de diciembre pasado 1,7 puntos porcentuales respecto de la medición del 30,3% registrada en diciembre del 2016. También mejoró en comparación con el segundo semestre del año pasado el registro de las personas en situación de indigencia, de 5,6% al 5,2%, mejorando 0,4 puntos porcentuales. Las cifras dadas a conocer por el INDEC se ubican por debajo de las del Observatorio de la Deuda Social Argentina, que depende de la Universidad Católica Argentina (UCA). El último relevamiento de esa entidad señaló que la pobreza en marzo pasado se ubicaba en el 32,9% y afectaba a 13 millones de personas, mientras que la indigencia era del del 6,9% afectando a 2,7 millones de argentinos. 

Claro que de sostenerse las condiciones del segundo semestre, las estadísticas volverán a desmejorar sensiblemente.

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