Siniestros en el mundo

Por Redacción

En las carreteras de todo el mundo se registran 1,3 millón muertos al año como consecuencia de los accidentes de tránsito. De ese total, nada menos que el 90% de las víctimas es de países emergentes o en vías de desarrollo, mientras que sólo el 10% es de países industrializados, en los cuales existen mejores vías de comunicación y un mayor ordenamiento del tránsito en general, complementado también por un nivel de concientización más elevado de parte de los conductores, en cuanto a responsabilidad, prudencia y respeto por las normas vigentes.

Estas cifras conocieron la luz pública durante un Foro Internacional de Transporte realizado en la ciudad alemana de Leipzig, ofreciendo una perspectiva sumamente complicada por la enorme cantidad de víctimas fatales que hay en todo el mundo por esta causa.

Las razones que se encuentran para la mayor cantidad de siniestros en países en desarrollo, es el crecimiento de la población y la gran cantidad de automóviles en circulación, que conforman una fatal combinación a la que no se le puede encontrar solución, ya que las rutas en general continúan siendo las mismas que cuando había muchísimos menos vehículos y que andaban a menor velocidad. Una descripción que aunque provenga de un foro internacional y caracterizada para diversos países del mundo, se ajusta a la perfección a lo que ocurre en la Argentina, donde en 2010 hubo 7.659 muertos en accidentes. De ese total, 653 se produjeron en rutas de la provincia de Santa Fe, 27 de los cuales fueron en nuestro departamento Castellanos.

En Europa, por ejemplo, la cantidad de muertos se redujo a la mitad en los últimos años, aun cuando todos los días pierden la vida unas 350 personas en todas las carreteras y caminos de los países del Viejo Continente, en el cual es Suecia el de menor promedio con 2,8 muertos cada 100.000 habitantes, pudiéndose completar este informe, diciendo que la mitad de los muertos corresponde a peatones, ciclistas y motociclistas, y que de ellos algo más de la mitad están incluidos entre los 5 y 44 años de edad.

Debido a la que se denominó como verdadera "carnicería" en las rutas del mundo, es que las Naciones Unidas anunciaron que desde 2011 hasta 2020 será la "Década de acción para la seguridad en las rutas", lanzando un programa mundial para los gobiernos y organizaciones internacionales, el cual tendrá por finalidad la implementación de medidas, tan urgentes como drásticas, para reducir la cantidad de muertes en los accidentes de tránsito, alcanzando a todos los niveles de acción.

Una situación que para nosotros los argentinos resulta muy ejemplificadora, es que en algunas rutas del país que eran escenario constante de accidentes fatales, como la autovía 2 entre Buenos Aires y Mar del Plata y la ruta 19 que une Santa Fe y Córdoba, desde que se dispusieron permanentes operativos de control, con la aplicación de multas a rajatabla, los siniestros disminuyeron notablemente. Es que una de las causas principales, especialmente en rutas de dudosas condiciones para tránsito rápido, casi siempre es el andar a altas velocidades.

Digamos también, volviendo al Foro en Leipzig, que uno de los compromisos asumidos fue el de la transferencia de conocimientos, información y capacitación a todos aquellos países que tienen alta cantidad de víctimas, y que además aconsejará junto a la Organización Mundial de la Salud, medidas para proteger a peatones y ciclistas, lo cual será además un avance para mejorar la salud por medio de la actividad física.

Una importante conclusión, sostenida en las estadísticas ofrecidas en el Foro, es que además de 1,3 millón muertos, hay al menos 2,4 millones de personas, la mayoría de ellas jóvenes, que resultan con altos grados de discapacidad debido a los accidentes.

Tal como decimos con anterioridad, este informe tiene muchísimo que ver con el escenario argentino, con sus casi ocho mil muertos anuales por accidentes, lo cual hace que no habría que aguardar directivas y recomendaciones desde organismos internacionales -como en este caso- sino aplicar todas las medidas que estén al alcance para ir remediando tan lamentable situación, como por ejemplo el estricto cumplimiento de todas las normas vigentes, con la aplicación de estrictos controles y la aplicación de multas lo más severas posibles. Tal vez así, en no demasiado tiempo podamos comenzar a obtener los resultados esperados.