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Editorial Domingo 16 de Octubre de 2016

Por las madres

editorial

Redacción

Por Redacción

De todas las celebraciones del calendario, que son numerosas y cada una con sus fundamentos y valores, la de hoy en homenaje a las madres, sin ninguna clase de dudas se lleva el primer puesto en trascendencia, indiscutida dentro de esta imaginaria escala. Es que el Día de la Madre, entre otras muchísimas cosas, significa exaltar al ser fundamental dentro de la familia, el eje central sobre el cual gira el núcleo familiar, especialmente en aquella combinación de valores como el amor, afecto, comprensión, solidaridad, protección y cuantos calificativos quieran añadirse, todos incluidos y cada uno con su más amplia participación.

Bien puede caerse en el lugar común de decir que si bien este domingo, el tercero de octubre, es aquí en la Argentina el establecido para festejar y homenajear a las madres, tanto presentes como ausentes, en realidad los sentimientos que hoy se expresan en su máxima posibilidad, deben ser comunes y habituales en cada uno de los días del año. Es de todos modos válido decirlo, aunque sea reiterado, porque en definitiva esa es la verdad. Pero claro, también están de por medio las razones comerciales, siempre presentes en este caso de los "días" que tienen un destino prefijado, consistentes en los infaltables obsequios, que van por una amplísima diversidad, sobre todo sostenidas por las posibilidades de presupuesto, aunque en definitiva, el mejor y más valioso regalo y que seguramente más cercano a su corazón guardarán todas las madres, es el cariño y el amor que reciban de sus hijos, el que justamente hoy debe ser potenciado al máximo.

Volcadas algunas de estas reflexiones propias de la fecha y la ocasión, es oportuno repasar algunos antecedentes históricos de esta fecha, que corre por todo el almanaque según el país en que se celebre, pudiéndose decir por ejemplo que los primeros festejos de que se tiene constancia se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Los romanos en cambio llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas. Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también relacionado con la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres.  

Volvamos al presente, a este domingo tan especial donde la madre será el eje central de todas las familias, la gran agasajada en su rol de verdadera héroe moderna, que además de criar y educar con amor a sus hijos, de ser el soporte de las alegrías pero también de los problemas, es quien debe compartir con el padre la responsabilidad del sostenimiento económico del hogar, con una ecuación muy sencilla: su trabajo es exactamente el doble. Llevado con la dignidad que sólo tienen las madres. razones más que conocidas que aún así deban repetirse, justo en este día donde captarán el centro del homenaje de toda su familia, con el más sincero reconocimiento por la irreemplazable tarea que cumplen con una dignidad propia de la esencia de su ser.

Que sean entonces hoy, todas las madres, el centro de atención en cada una de las familias, y aquellas ausentes, que tengan el homenaje del recuerdo, oportunidad donde tal vez más de una lágrima sea la muestra más expresiva, originada desde el corazón, aunque en este caso como una demostración de alegría por el recuerdo de alguien insustituible.

Es que la madre, es esa persona que aunque firme y enérgica en el momento que corresponde, siempre tiene la palabra suave, tierna, comprensiva, para atemperar aquellas situaciones de cierta hostilidad que suelen darse en el seno familiar, siempre sustentando sus actitudes con el respaldo del amor que traducen sus gestos, sus expresiones, a veces sólo su mirada. Con precisión fue remarcado en alguna ocasión que no hay nada tan expresivo, tan elocuente, tan sincero y afectuoso, como los ojos de una madre enfocados en sus hijos.

Por estas y miles de razones más, rindamos hoy nuestro homenaje a todas las madres. ¡Feliz día!


 

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