Masacre siria

Por REDACCION

La guerra civil en Siria, que ya lleva tres años, tiene como resultado una verdadera matanza, que organizaciones internacionales la califican "a nivel industrial", estimándose que son 130.000 los muertos entre civiles y militares desde marzo de 2011 a la fecha. Cantidad en la cual se deben contabilizar al menos 5.000 mujeres y 7.000 niños, sin ninguna clase de participación en los combates, más que convertirse en víctimas involuntarias de una lucha que más que cruenta, directamente es asesina e incalificable por sus consecuencias, incluso, habiéndose llegado a utilizar por parte de las fuerzas del dictador Bashar al Assad armas químicas, cuando en agosto último en Damasco causaron 1.300 muertos, incluyéndose gran cantidad de niños. Tras la repulsa internacional, Siria admitió haber recurrido a agentes químicos, aunque luego de la presión recibida aceptó la destrucción de 1.290 toneladas que aún conservaba en sus arsenales.

Un informe de julio del año pasado era realmente espeluznante, dando cuenta de la masacre que se estaba cometiendo en el país, pero el que se agregó ahora es todavía más revelador, siendo obra de tres ex fiscales sobre crímenes de guerra, quienes se valieron de investigaciones propias y de organizaciones humanitarias que han tenido cierta llegada al país, aunque con fuertes limitaciones, dando cuenta de las torturas y posteriores ejecuciones de al menos 11.000 prisioneros.

El documento sobre las atrocidades cometidas en las cárceles sirias fue difundido esta semana por el diario británico The Guardian y la cadena informativa estadounidense CNN, avalando y sosteniendo la información una larguísima serie de 55.000 imágenes digitales que no dejan lugar a dudas sobre la certeza del informe.

"Las pruebas son claras, contundentes, susceptibles de ser admitidas en un tribunal, de asesinato y tortura sistemáticos de personas detenidas por los agentes del régimen sirio", lo cual tendría validez para respaldar los cargos de "crímenes contra la humanidad y podría por lo tanto sustentar la acusación de crímenes de guerra contra el actual régimen de Al Assad". Este informe se conoció prácticamente en coincidencia de la conferencia internacional en Suiza, tratando de buscar un acuerdo de paz que ponga fin a esta verdadera masacre que viene registrándose desde hace tres años en la nación árabe.

Los datos escritos son conmocionantes, pero aún más lo son las fotografías de lo que se califica como "una matanza industrial", pudiéndose observar cuerpos demacrados, personas sin ojos, con signos de estrangulamiento, electrocutados o directamente muertos por inanición. Los registros gráficos fueron sacados del país con excesivo cuidado y muchísimos riesgo por parte de quien realizó la tarea, poniendo en peligro su propia vida, aunque finalmente logró el objetivo de poder mostrar al mundo entero lo que está ocurriendo en ese país, envuelto en una encarnizada y por momentos muy desigual lucha.

No sólo reina la muerte y la destrucción en Siria, sino también la expulsión de sus habitantes, ya que quien tiene la posibilidad de hacerlo huye hacia países limítrofes, estimándose que hasta el momento son 2,4 millones los sirios que buscaron refugio cruzando las fronteras. aunque su situación no se haya visto demasiado aliviada, pues allí en campos de refugiados, especialmente en El Líbano, las carencias son también extremas, aunque a salvo de las balas, bombas y misiles.

Tanto por esta clase de informes, como también por los testimonios que pueden obtenerse de parte de quienes han tenido ocasión de estar en el escenario de los hechos, la situación siria es desesperante, no alcanzando la imaginación para suponer tanta masacre y desprecio por la vida.

Pero además de las vidas perdidas, lo más valioso, pues son irrecuperables, la destrucción es tanta que costará muchos años volver a levantar el país para que recupere una cierta normalización, en especial en lo que hace a la producción indispensable para sostener a sus habitantes, lo cual hoy prácticamente ha desaparecido. De acuerdo con los cálculos que hacen en las Naciones Unidas, una vez que se ponga punto final a los combates, se necesitarán al menos 6.500 millones de dólares para ayuda humanitaria para recuperar tanto a la castigada población como a los refugiados.