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Editorial Sábado 13 de Enero de 2018

Inflación y consumo

El consumo es directamente dependiente de la inflación, ambos suben y bajan al compás.

REDACCION

Por REDACCION

La inflación y el consumo están tan estrechamente vinculados que bien puede decirse andan en forma paralela. En el presente estamos transitando nuevamente lo que puede denominarse como "salto inflacionario", a tal punto que fue el propio gobierno quien frente a las circunstancias, y más que ello la realidad, debió ampliar su meta inflacionaria del año recién iniciado a 15%, incluso estimando que se quedó corto en el cálculo, pues apenas difundido ese índice, ya todo el mundo coincidió en que se debe hablar de 18/20 puntos y aún manteniendo un buen caudal de optimismo.

Como sube la inflación, el principal y más inmediato impacto se siente en el consumo, que había dado señales de recuperación pero que puede volver a estancarse -como estuvo durante tantos meses- e incluso sin descartar algún retroceso.

En el pasado mes de diciembre los precios aumentaron entre 2,7 y 3,1 por ciento, con oscilaciones según las regiones, con lo cual la inflación interanual estuvo entre 24 y 26 puntos. Como después vinieron los anuncios de aumentos de tarifas -transporte. energía, gas y agua- además de muchos otros que se ajustaron prestamente a las circunstancias, se estima que en el primer bimestre del año, es decir en este enero que estamos transcurriendo y febrero, el índice inflacionario podría estar en no menos de 5 puntos, lo cual se constituirá en un pésimo dato para las intenciones del gobierno de reducir la inflación como forma inevitable para aspirar a una recuperación de la actividad productiva y económica, como exclusivo umbral que hay que trasponer si se pretende recomponer la situación socioeconómica.

De darse esa estimación de 5 puntos en enero y febrero, se completaría un trimestre al agregarse diciembre, con inflación de 8 puntos, por lo cual la perspectiva del año se termina por complicar de manera absoluta, ya que  entre abril y junio se deberá volver a aplicar un nuevo ajuste a las tarifas y servicios públicos.

Según la estimación de la consultora Ecolatina "los aumentos de fin de año no sólo elevaron la inflación por encima de nuestras proyecciones, sino que se espera tengan un impacto en los precios en los próximos meses, cuando también sea tiempo de nuevos incrementos de costo del transporte".

Este mes por otra parte, como si faltara algo, tiene el agregado del aumento de los combustibles, que de acuerdo a lo conocido tendrá un impacto de 0,35% en el nivel inflacionario del mes, donde todo sigue sumando. En la misma forma que la inflación sube, el consumo se contrae.

La perspectiva inflacionaria es harto complicada, y aún cuando existe suficiente consenso en la población en que debe producirse un reordenamiento de toda la economía, ya que con el anterior sistema se iba directamente a un enorme colapso, se observa que aún falta mayor energía y firmeza de parte del gobierno para reducir sus propios gastos, ya que la mayor parte del esfuerzo recae en el sector privado, que debe sostenerse a si mismo y también al cada vez más pesado Estado. El gasto público, aún cuando se han tomado medidas y hubo reducciones -eso también debe decirse-, además del efecto positivo de la desaparición de la corrupción, es al menos lo que se supone, pero todavía no es suficiente. Se mantienen gastos, como los políticos y de funcionamiento, excesivamente elevados. Además del sobrante estimado en más de un millón de empleados del sector público en todos los niveles de gobierno, debido a las masivas incorporaciones producidas en la "década ganada" con las que se buscó disimular la falta de generación de empleo, que ocurre tanto ahora pero cuyo mayor efecto negativo se produjo durante los últimos 4 años de la presidencia de Cristina Kirchner.

Como en estos tres primeros meses no están previstos aumentos salariales -la mayoría de las paritarias se concentran en el segundo trimestre-, la suba de precios impactará más fuerte en el consumo, yendo en dirección absolutamente contraria a la que suponía el gobierno, quien tenía previsto un crecimiento del consumo entre 2 y 3 puntos.

En este sentido, esencial para ir recomponiendo la situación social, y especialmente reduciendo la pobreza -objetivo primordial del gobierno- las cosas no han comenzado bien.

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