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Editorial Jueves 16 de Octubre de 2014

El presupuesto educativo

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REDACCION

Por REDACCION

El debate sobre la calidad de la enseñanza en la Argentina nunca se termina, principalmente porque los resultados no están a la altura de lo que se espera de un sistema que en los últimos años es receptor de un mayor presupuesto. En un reciente documento del Instituto de Desarrollo Social Argentino, se afirma que nuestro país "tiene resultados educativos muy inferiores a los países desarrollados a pesar de que el gasto en personal del sistema de educación es mucho más alto en términos relativos". 

Al brindar detalles, explica que "en la Argentina, el gasto total destinado a remuneraciones del personal representa el 4,6% del PBI" mientras que en el promedio de los países de la OECD (la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por economías mayoritariamente desarrolladas) se gasta en personal educativo el 3,0% del PBI". Estos datos figuran en la publicación Education at a Glance 2014 de la OECD en el que analiza el gasto en personal asignado a educación primaria y secundaria.

Las evaluaciones de los resultados no favorecen al sistema argentino a pesar del esfuerzo del conjunto de la sociedad por aportar mayores recursos. "En la Argentina el resultado en la prueba PISA 2012 en lectura fue de 396 puntos mientras que la media de la OECD fue de 496 puntos. Esta comparación muestra que el esfuerzo que se hace en la Argentina para pagar los salarios docentes y no docentes del nivel primario y secundario es un 50% más alto que en los países avanzados. Sin embargo, la prueba PISA, que mide capacidades intelectuales en los adolescentes de 15 años, ubica a la Argentina 100 puntos por debajo de los países de la OECD. Esto equivale, en términos aproximados, a que los jóvenes argentinos están más de dos años lectivos atrasados", subraya el análisis, contundente, efectuado por Idesa. 

De esta forma, si bien en términos de PBI, la Argentina invierte muchos más que los países avanzados en personal de educación, lo primordial consigna el informe es que el "principal desafío pasa por aumentar la calidad de la gestión educativa" como receta para revertir "los pobres resultados". Al respecto, agrega que "algunos países de la OECD muestran que se pueden mejorar los niveles de educación con un número pertinente de educadores, bien pagados y calificados, reglas que estimulen el buen desempeño, más insumos y mejor infraestructura".

En Argentina, las autoridades económicas insisten con el argumento de que el aumento de gasto público es la principal herramienta para salir de la recesión. De acuerdo a Idesa, la idea sería consistente en un escenario de recesión acompañada de capacidad ociosa y deflación, pero es una estrategia equivocada cuando, como ocurre en la actualidad, el sistema productivo enfrenta severas limitaciones para crecer, entre las que menciona la crisis energética, restricciones a las importaciones, cepo cambiario y elevada presión tributaria, como así también la alta inflación. En este sentido, manifiesta que "los propios datos oficiales muestran que el aumento del gasto público financiado con emisión monetaria está alimentando el crecimiento de los precios sin estimular la producción".

Si bien el desempeño educativo depende de una multiplicidad de factores, según Idesa, algunos muy importantes "son exógenos al sistema de educación". En el informe se admite que las "diferencias en el nivel de desarrollo social explican una parte importante de las enormes brechas en resultados educativos" entre países de la OECD y la Argentina pero que más allá de su incidencia no debería interferir para una crítica desprejuiciada y constructiva respecto de la gestión del sistema educativo argentino".

Recuerda que "hace 8 años, en un gesto político muy importante, se fijó la meta de inversión en educación del 6% del PBI" aunque lamenta que a raíz de "las manipulaciones del INDEC en la medición de la inflación y del PBI no permiten determinar el cumplimiento de este compromiso". De todos modos, destaca que "es indudable que la sociedad realiza un gran esfuerzo para sostener el sistema de educación y que los resultados son malos en términos de aprendizajes". Ante esta realidad, es pertinente reflexionar sobre el hecho de que los sistemas educativos de los países avanzados tienen menos docentes con salarios más altos, sujetos a reglas de desempeño y gastan el doble que la Argentina en insumos.

En su tramo final, el documento consigna que "para revertir el fracaso es fundamental contar con un mapa que identifique cada una de las escuelas, con sus secciones y cursos, docentes y estudiantes", lo que hará factible "monitorear la asistencia de profesores y alumnos, y planificar estrategias en base a los resultados obtenidos en años anteriores". Definir contenidos curriculares pertinentes y jerarquizar la formación de los educadores constituyen otras dos tareas clave aunque "el paso más trascendental es modernizar los estatutos docentes de manera de contar con reglas que permitan estimular a los maestros que se esfuerzan y se comprometen con el aprendizaje de sus alumnos".

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