Por REDACCION
Tal como se dice en el título de esta nota editorial, el gasto público parece haber entrado en desmadre, excediendo todos los límites previstos, superando lo que se estimaba como una barrera que nunca se alcanzaría: el billón de pesos. Pues ahora ese mojón ha quedado atrás, ya que con una reciente nueva ampliación de partida mediante un decreto de necesidad y urgencia el gobierno agregó nada menos que otros 199.045 millones de pesos al presupuesto de gastos, con lo cual la elevación fue del 22,5% con lo cual llegó a 1.083.728 millones, pero como se descuenta que restando todavía varios meses para fin de año, esa meta será todavía incrementada notablemente, tal como ha venido ocurriendo en la primera mitad del año. Para recurrir a una figura muy conocida, pero siempre vigente, digamos que estamos frente al clásico "barril sin fondo".
Esta nueva ampliación de gastos está detallada en 171 planillas, financiándose la mayor parte con créditos internos y externos junto a la emisión de bonos con lo que se totalizará 150.622 millones, en tanto que sólo el resto está previsto con mayor recaudación de ingresos. Es por eso que esta movida para la ampliación del gasto público y en las condiciones que se concreta, no hacen otra cosa que seguir alimentando la inflación, que es el verdadero cáncer de nuestra economía. Con los números apuntados, hasta el momento el déficit ascenderá a 155.423 millones de acuerdo a los análisis realizados por la Asociación Argentina de Presupuesto, pero como aún quedan varios meses hasta fines de diciembre y se descuenta que durante el lapso habrá nuevas ampliaciones, es que la estimación del rojo fiscal que hacen los abocados a esta clase de investigaciones oscila en el orden de los 200.000 millones de pesos.
En muchos casos con los decretos de necesidad y urgencia que incorporan nuevas partidas, en realidad lo que se hace es incorporar al presupuesto deudas o pagos ya conocidos, tales los casos de pagos por Repsol o bien los créditos de China, aunque en otros casos se trata de fuertes ampliaciones de los gastos corrientes como los subsidios a la energía y al transporte. Como ejemplo vale mencionar el acuerdo con la petrolera española Repsol por la expropiación de las acciones de YPF por un total de 40.002.500.000 pesos, más otros 6.559.679.427 millones por una ampliación de intereses y comisiones.
De acuerdo con el decreto conocido días pasados, el Poder Ejecutivo puede disponer libremente de estas ampliaciones de gastos sin la autorización del Congreso para evitar demoras y además porque "ante la falta de una rápida respuesta a los requerimientos presupuestarios, algunas jurisdicciones y entidades podrían verse perjudicadas debido a la falta de las pertinentes autorizaciones que se requieren para el normal desenvolvimiento de sus acciones".
Algunos de los principales componentes de este aumento del gasto público son 37.035 millones para subsidios eléctricos, de cuya suma 4.284 millones deben utilizarse en gastos de capital, figurando también para asistencia financiera a empresas públicas 33.899 millones, en tanto el transporte cuenta con un refuerzo de 11.059 millones, economía 14.483 millones (de ellos se destinan 12.447 millones al Plan Gas), recibiendo el Ministerio de Planificación 48.371 millones adicionales para destinar en su mayor parte por mayores gastos de energía, el área de Trabajo y Seguridad social recibirán 11.990 millones.
Aunque en general, casi todas las áreas se han visto con nuevas asignaciones que aunque mucho menos en cantidad a las referidas, igualmente la suma de todas ellas adquiere un fuerte poder de impacto negativo. Además del fútbol para todos y los gastos en publicidad por ejemplo, un tema en el cual se pone el foco por parte de analistas de la oposición, fueron los 45,4 millones de pesos destinados a la AFSCA, que no aparece claramente en el decreto sino oculto en las planillas anexas. Eso adquiere mayor trascendencia cuando se recuerda que el organismo encargado de la regulación de la ley de medios tiene asignado un presupuesto anual de 368,2 millones de pesos del cual lleva ejecutados en la primera mitad del año el 47,13%, sospechándose que este nuevo agregado es una manera de previsión para sostener el pago de sueldos del personal durante lo que resta del año.
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