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Editorial Jueves 4 de Mayo de 2017

Cuidar los bosques

Por primera vez en 2016 bajó la cantidad de bosques nativos arrasados.

REDACCION

Por REDACCION




El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, después de 5 años -la última vez que se conoció un informe de esta naturaleza- difundió el denominado "Informe del estado del ambiente", donde apuntando especialmente a la situación existente con los bosques, aunque también hizo referencias a la minería, el suelo, el agua y los negativos efectos del cambio climático sobre todo el conjunto de elementos.

Es que los niveles de deforestación en la Argentina son muy preocupantes, recordando que el último informe presentado en 2012 por el anterior gobierno daba cuenta que entre 1998 y 2015 se habían perdido 4.150.000 hectáreas de bosques nativos como consecuencia de la deforestación. Si bien se dejó en claro que durante 2016 se había conseguido frenar esa tendencia con una reducción del 16 por ciento, registrándose la pérdida de masa boscosa más baja de la última década. Lo cual, si es que marca el inicio de una tendencia en baja, resulta sumamente positivo, aunque de cualquier manera habrá que aguardar para ver si esto finalmente se consolida.

Es que ahora, con la vigencia de la Ley de Bosques, no sólo significa un importante aumento de la asignación presupuestaria como sucedió el último año, sino la posibilidad concreta de poder cuidar el pulmón verde que son estos bosques, para de tal manera cuidarlos y evitar la destrucción sistemática de los mismos que hubo en los últimos años.

El ministro responsable del área, el rabino Sergio Bergman, en ocasión de la divulgación del informe aludido, sostuvo que en materia de cuidado del medio ambiente "haremos eje en todo lo que le preocupe a la gente", en tanto que sobre el objetivo de alcanzar el punto óptimo de deforestación cero al disponer una asignación de 0,5% del presupuesto nacional -lo cual significa 300 millones de pesos-, dejó en claro que "aunque sabemos que la Ley de Bosques está subordinada al presupuesto nacional hay que corregir algunas distorsiones, además de mantener actualizado el registro de fiscalización y control como así también la nómina de infractores", dejando sentado que aunque parezca extraño y más que eso incomprensible, hay Provincias que hace años que no rinden cuentas sobre lo que sucede en sus territorios en materia de deforestación. "Los fondos son importantes, pero la rendición de fondos, también", una frase que resonó muy fuerte y dejó entrever algunas posibles irregularidades, las que terminaron por impactar negativamente en la preservación de los bosques nativos del país, prácticamente diezmados a mansalva.  

En cuanto a la participación nacional a nivel mundial, se dejó sentado que "a pesar de los cambios geopolíticos, la Argentina sigue comprometida a reducir el calentamiento global y fomentar las políticas públicas de energías renovables".

Según se pudo conocer en detalle en este informe oficial, los sectores que contribuyen en nuestro país a las emisiones de gases con efecto invernadero -los que terminan perjudicando la capa de ozono- son el agro y la deforestación con el 44% del total, la energía con 27%, el transporte el 13%, la industria en su conjunto el 12% y los residuos el 4 por ciento.

¿Qué ocurre en el mundo entero con la deforestación? Pues el 80% de la misma se concentra sólo en 11 lugares, 10 de los cuales están en la zona ecuatorial del planeta. Un reciente informe del Fondo Mundial para la Naturaleza advierte que hasta 2030 podrían destruirse hasta 170 millones de hectáreas de bosques. Los frentes de deforestación están situados en la Amazonía, en el Chocó-Darién (Colombia y Panamá), el bosque Atlántico, el Gran Chaco (Argentina, Bolivia y Brasil), así como en Borneo (Asia), El Cerrado (Brasil), la cuenca del Congo, Africa Oriental, el este de Australia, el Gran Mekong (Tailandia-Vietnam), Nueva Guinea y Sumatra.

Lo más preocupante es que se trata de algunas de las zonas de mayor riqueza de flora y fauna silvestre del mundo, y que albergan especies en peligro, como los orangutanes y los tigres. Además, en todas ellas viven comunidades indígenas."Imaginemos que desaparece en apenas 20 años un bosque del tamaño de Alemania, Francia, España y Portugal juntos", ejemplifican desde el programa mundial de bosques.


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