Por Redacción
Pocos días atrás fue divulgado periodísticamente un informe respecto a datos preliminares de un censo poblacional realizado en el mes de octubre del anterior en las Islas Malvinas, el cual como dato relevante da cuenta de una curiosidad, ya que por primera vez en mucho tiempo está creciendo la cantidad de personas que habitan las islas. Es que en los últimos 4 años, desde el anterior censo, se produjo una expansión del 15% de los habitantes, mientras que en las anteriores mediciones demográficas, invariablemente se mantenía igual población o bien se registraba un pequeño retroceso.
Claro que estamos hablando de una población sumamente pequeña, por lo cual las variantes pueden ser mucho más notables, recordándose que por ejemplo en 2012 -el anterior censo- había en Malvinas 2.810 habitantes y que ahora cuatro años después, se contabilizaron 3.248 personas, con una expansión de nada menos 438 individuos, una cantidad realmente notable para una cifra tan pequeña.
Para tener una idea mucho más precisa, se trata de una densidad demográfica similar a la vecina localidad de Lehmann, que en el censo de 2010 había registrado 3.031 habitantes.
Una de las posibilidades con la cual se especula, respecto a esta expansión poblacional malvinense conseguida en sólo 4 años, es que este último tiempo llegó mucha gente a las islas para incorporarse al mercado laboral, en especial proveniente desde Chile. Se cae en esa conclusión, ya que en los censos anteriores de las islas indefectiblemente quedaba marcada una tendencia muy clara del envejecimiento de la pirámide poblacional, además con el agregado de una baja tasa de fecundidad.
Los datos anteriores, dan cuenta que en 1991, más de un cuarto de siglo atrás, el 20% de la población malvinense tenía menos de 15 años, en tanto que en los últimos años esa proporción se contrajo al 16%, cuando el 10% contaba con más de 65 años, pasando el índice de envejecimiento de 44,7 a 66%.
En el presente de los 3.248 habitantes censados en octubre pasado, la mitad de ellos serían kelpers -es decir, nacidos en las islas-, una cuarta parte británicos y la otra cuarta parte conformada por chilenos y británicos provenientes de la isla Santa Elena, otro territorio inglés a 1.800 kilómetros. Pero además, debe destacarse que aún con tan reducida población total, hay personas nacidas en al menos 60 países en este momento en las Malvinas, componiendo por lo tanto una sociedad multicultural.
Según lo expuso al diario El Litoral Gustavo Peretti, quien coordina un equipo del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional del Litoral sobre este tema, entre los pobladores de Malvinas se cuentan migrantes que llegaron desde el africano Zimbawe, quienes trabajan en la limpieza de terrenos que fueron minados durante la guerra de 1982, además de mujeres de distintos lugares del mundo -se menciona concretamente a Filipinas y Uruguay- para unirse sentimentalmente a malvinenses con quienes se conocieron a través de la web. Respecto a la residencia, más allá del permiso por 30 días para turistas, sólo pueden permanecer en las islas quienes tengan su correspondiente contrato de trabajo.
En cuanto a los trabajos que más revitalizaron la economía isleña son los relacionados con el turismo y la pesca, habiendo desalojado la cría y esquila de ovejas, que era la principal actividad antes del comienzo de la guerra. La industria turística se fue consolidando fuertemente en los últimos años cuando comenzaron a llegar los cruceros que hacen la denominada ruta del fin del mundo, tanto por el sur argentino como el chileno. La capital malvinense se revoluciona cuando llega uno de esos cruceros, que suelen transportar hasta más de la mitad de la gente que vive en las islas, mientras que la pesca experimentó un crecimiento exponencial luego de las inversiones realizadas tras la guerra, apuntando casi con exclusividad a los calamares.
Lo que se viene observando con gran expectativa es la posible explotación petrolífera en las islas, lo cual de llegar a concretarse generaría una verdadera explosión económica en Malvinas, abriendo las perspectivas de crecimiento muy amplias, que incluso modificarían sus condiciones sociales y culturales. Por ahora, todo depende de las negociaciones con la Argentina, ya que una petrolera británica descubrió lo que sería un gran yacimiento, pero sobre la plataforma submarina argentina. Está por verse.
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