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Editorial Martes 3 de Enero de 2012

Cae la confianza

Como había sucedido en octubre y noviembre, en diciembre pasado volvió a bajar la confianza de los consumidores, esta vez con un preocupante 7,3 por ciento.

Redacción

Por Redacción

El Centro de Investigación de Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, como lo hace habitualmente, difundió el estudio sobre la confianza de los consumidores correspondiente al mes de diciembre, constituyendo toda una llamativa novedad por sus resultados, ya que se produjo la mayor baja desde octubre de 2008, aunque debe destacarse que si bien llama la atención por 7,3% de caída del índice, no lo es tanto por la tendencia ya que se trata del tercer mes consecutivo -octubre, noviembre y diciembre- que la confianza de los argentinos está en descenso, siendo este último un hecho que no se registraba desde el mes de junio de 2007.

Son sin dudas detalles a tener en cuenta, ya que la población se encuentra percibiendo algunas situaciones que en ciertas oportunidades no han llegado todavía a ser tenidas en cuenta en su verdadera magnitud. 

Esta merma de confianza alcanzó su mayor nivel de expresión en el Conurbano bonaerense, que es una de las zonas donde mayor impacto está teniendo la ampliación de la franja de la pobreza, con el 11,3%, mientras que en la Capital Federal fue de 4,6%, y en el interior del país mucho menor con sólo 1,1%, cayendo también el poder adquisitivo, el cual se contrajo 9,6% para los sectores de menores recursos y de 5,1% para aquellos de mayores ingresos.

Esta investigación también está dirigida, en uno de sus subíndices, a las expectativas de los consumidores para la compra de bienes durables e inmuebles, rubro en el cual se produjo una caída de 8,4%, siguiendo igual rumbo las expectativas macroeconómicas con 6,9%, en tanto que la situación personal también estuvo en merma con 6,5%.

Esta encuesta realizada con la consulta de 1.208 casos de personas de todo el país, tomando cantidades proporcionales, da cuenta muy claramente de un deslizamiento de las buenas expectativas de la gente en cuanto al futuro cercano, ya que además de haber sido diciembre el período de mayor caída de los últimos cuatro años, resulta preocupante que esta tendencia se venga manifestando con una seguidilla de los tres últimos meses.

Se trata sin dudas de un índice para tener en cuenta, al momento de hacer evaluaciones, ya que la confianza de los consumidores es un marcador más que efectivo como indicativo.

Provincias dependientes

El Presupuesto nacional de este año, de reciente aprobación legislativa sin siquiera la modificación de una palabra, establece que de cada 4 pesos recaudados 3 serán para la Nación y el restante para distribuir entre todas las provincias, con lo cual se profundizará la dependencia de todos los distritos con el gobierno nacional, quien de tal modo puede actuar discrecionalmente en cuanto a la distribución de recursos que les son indispensables, especialmente a las provincias de escasas disponibilidades, para pagar los sueldos de su administración.

Según ese órgano con el cual se deberán manejar las cuentas durante 2012, se proyecta recaudar este año la suma de 668.000 millones de pesos, de los cuales la Nación absorberá 505.000 millones que significa el 76%, por lo cual para repartir entre todo el resto de distritos en materia de coparticipación quedará el 24% restante, que asciende a 164.000 millones de pesos.

De acuerdo con el análisis que hace el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, la mayoría de los diputados y senadores votaron en contra de los intereses de sus propias provincias, centralizando la mayoría de los recursos en manos del poder central, para que continúe siendo entonces quien distribuya discrecionalmente los fondos, sin ajustarse a normas equitativas, sino a razones políticas.

De acuerdo con lo aprobado se continuará con el modelo fiscal que viene operando en los últimos años, el cual tiene a los gobernadores subordinados al poder central, a cambio de recibir fondos que les permitan el funcionamiento de sus provincias. Las argumentaciones utilizadas por los legisladores que aprobaron una norma que va en contra de los distritos que representan, fueron que de todos modos los recursos vuelven después a través de obras, acciones y asistencias financieras. Aunque ello constituye una enorme diferencia entre lo que significa la recepción de recursos por vías legales y establecidas, y en cambio recibirlos en forma dadivosa.

Esta es la metodología de una cada vez mayor centralización del poder, donde absolutamente todo se resuelve desde la Casa Rosada.

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