Por REDACCION
b/n ¿Por qué suceden estas cosas en la sociedad rafaelina? ¿Qué responsabilidad le cabe a los padres, como así las autoridades escolares, municipales y de la seguridad?
En los últimos años se vienen repitiendo prácticas poco agradables en nuestra convivencia ciudadana con la polémica que genera la presentación de los buzos a cargo de los quintos años de las escuelas secundarias.
Ciertamente, se trata de una modalidad que en otras épocas no existía esto de la exhibición de buzos y menos aún los problemas que generan estos adolescentes entre 17 y 18 años en las calles por la madrugada, que en algunos casos son acompañados con la complicidad de los padres.
La semana pasada produjeron dos hechos lamentables y patéticos alumnos de las escuelas San José y Nacional, en muchos casos alcoholizados, desde el Balneario Municipal hasta sus respectivos centros educativos, provocando serios disturbios con bombas de estruendos que alteraron el descanso de cientos de vecinos afectados.
A pesar de haber sido custodiados por agentes de la Policía y de la GUR, un estudiante marista sufrió quemaduras, los de la N° 428 agredieron a perros, hirieron a un agente policial y como "frutilla del postre" le arrojaron espuma a un comisario, quien debió recibir atención médica.
Dicen que en esta oportunidad hubo padres que acompañaron a sus hijos en autos, entregándoles las bombas de estruendo y los papelitos para arrojar en la vía pública. Si fuera verdad esa versión, estamos en un grave problema porque se invirtieron los roles preestablecidos de cualquier sociedad que aspira a una sana convivencia social.
¿Por qué suceden estas cosas en la sociedad rafaelina? ¿Qué responsabilidad le cabe a los padres, como así también a las autoridades escolares, municipales y de la seguridad?
A decir verdad, los padres son los primeros educadores de sus hijos desde el nacimiento que deben enseñarle valores, poner límites, aplicar premios y castigos según el comportamiento.
Como sostiene la educadora Alicia Riberi -colaboradora de LA OPINION-, se pasó del autoritarismo educativo de décadas pasadas al permisivismo de la actualidad, los padres tienen la obligación de enseñar sobre la importancia del orden, el respeto hacia el otro, las responsabilidades, pero muchos padres se olvidan de formar en valores por omisión e indiferencia, con el argumento de que están siempre apurados...
Después de lo ocurrido en esas dos ocasiones, dio la impresión que los distintos actores sociales pusieron las "barbas" en remojo frente al reclamo masivo de la sociedad. Las autoridades del Colegio San José hicieron un "mea culpa" y pidieron disculpas por lo ocurrido al igual que los alumnos del Nacional, la Policía dijo que estaba vigente una normativa y que iba a ser aplicada en otras situaciones similares, sumado al pedido del Municipio a la Provincia.
Esta semana fue el turno de los alumnos de la ex Normal (sin olvidar lo ocurrido en años anteriores con la recordada "vuelta olímpica"), quienes tenían las mismas o peores intenciones que sus pares, pero en esta ocasión no hubo que lamentar episodios detestables, movilizándose una cuarenta de efectivos policiales sumados a agentes de la GUR y de Protección Vial y Comunitaria.
A pesar de haber arrojado un par de bombas de estruendo, los educandos tuvieron que entregar a las autoridades de seguridad 56 bombas, 6 morteros, bengalas y otros elementos pirotécnicos, con lo cual habla a las claras de los objetivos perseguidos.
¿Qué se puede hacer para evitar estos reprobables hechos en próximas presentaciones de buzos de otros establecimientos escolares ya sea este año y en 2016?
A pesar del trabajo que vienen realizando algunos directivos escolares durante todo el año para prevenir estos desmanes sociales, una posibilidad concreta puede ser la indagatoria a los propios alumnos sobre por qué actúan de esta manera, si fuera necesario con la presencia de los padres y de profesionales de la Psicología.
También desde el Municipio se puede convocar a los involucrados (alumnos, padres, docentes, directivos) para pensar juntos en la realización de un evento de presentación de buzos durante todo un día, recreado con actividades deportivas y culturales en algún predio público o privado. Al respecto, ingresó ayer un proyecto del PRO en el Concejo Municipal, convocando a los citados actores para buscar una solución.
Finalmente, la mayor responsabilidad le cabe a los padres en la necesidad urgente de poner límites a sus hijos porque el día de mañana serán adultos que tendrán que actuar responsablemente en la sociedad. Tampoco esperar que los hechos ocurran para que la Policía solamente acompañe sino actuar con rigurosidad y si fuese necesario detener a los menores y convocar a los padres.
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