Las empresas del agro están en modo “pausa” según el analista y consultor del sector, Teo Zorraquin, esperando señales para definir próximos pasos.
La escasez de lluvias, combinada con las bajas del mercado, de alguna manera cuestionan el nivel de tecnología a aplicar, por ejemplo la fertilización en trigos. También se sigue dudando de la cantidad de superficie a sembrar de maíz, producto del daño de la chicharrita del año pasado y de la baja de las cotizaciones futuras. La misma pregunta se hacen los productores girasoleros luego de haber sufrido la caída de precios de la campaña pasada. "Dudas que se reflejan en las ventas de semillas e insumos que vienen muy retrasadas si se las compara con campañas anteriores", indicó.
El productor se encuentra con un escenario distinto al esperado al iniciar la toma de decisiones. Se pensó en una campaña 24/25 donde habría poco o nada de brecha cambiaria, salida del cepo y quizá alguna disminución del impuesto país y retenciones, dándole mayor competitividad a la producción agropecuaria. Sumado al entusiasmo que generó lo que pareció ser un “veranito” con el aumento de los precios internacionales de los granos. Pero puede fallar.
"La situación hoy es un aumento de la brecha cambiaria, donde vuelven los fantasmas de una devaluación, una promesa de bajar el impuesto país diez puntos que aporta gran parte de la recaudación nacional (ojalá lo cumplan), incertidumbre en la salida del cepo y una caída de los precios internacionales. Todo esto genera un cambio de escenario importante de aquellos factores que afectan la renta de las empresas", explicó.
Y concluyó: "El escenario hoy es incierto, más pesimista que hace 30 días, y con final abierto. Será sin dudas una campaña compleja y que requerirá que las empresas tomen decisiones a último momento".